Perder peso es un proceso más complejo de lo que comúnmente se promueve. A menudo se enfatiza en la reducción de la ingesta calórica y el incremento del ejercicio físico, fundamentales en cualquier plan de adelgazamiento, pero estos no son los únicos factores importantes.

Una variable crucial que a menudo es pasada por alto es el metabolismo. La tasa metabólica de cada persona juega un papel esencial en la cantidad de calorías que el cuerpo quema diariamente, lo cual influye directamente en la pérdida de peso. Es crucial mantener activo este proceso metabólico para lograr una figura más esbelta. A partir de los 25 años, el metabolismo comienza a disminuir aproximadamente un 5% cada década. Esto significa que al llegar a los 40 o 50 años, podrías notar que necesitas un esfuerzo adicional para mantener tu ritmo metabólico y perder los kilos extras.

Para estimular el metabolismo, es esencial mantenerse muy activo. El ejercicio de fuerza, en particular, es vital, no solo por las calorías que quema, sino por su impacto en el metabolismo. Además, es importante incorporar proteínas en todas las comidas, incluyendo el desayuno y la cena, y no olvidar las verduras. Sin embargo, existe un método aún más simple que es crucial conocer: la hidratación. Beber agua puede aumentar el metabolismo entre un 24% y un 30% si se mantiene esta práctica a lo largo del día. Según Francesca Marangell, médica en Steward Health Care, consumir un litro de agua al día puede resultar en la pérdida de 46 calorías, y dos litros pueden ayudarte a perder hasta 644 calorías a la semana. Esto representa una contribución significativa a los esfuerzos de tu dieta y régimen de ejercicio.