Había sintonía, pero el líder aragonés de VOX, Alejandro Nolasco, y el del PP, Jorge Azcón, han tardado casi dos meses en convertir la simpatía en un acuerdo para gobernar en coalición. Azcón se ha resistido todo lo que ha podido, pero su victoria electoral del 28 de mayo no era suficiente para presidir un Gobierno sin el apoyo explícito de VOX. La abstención no era suficiente y el sí tenía un precio que se ha acabado pagando: asientos en el Consejo de Gobierno. Los dos partidos trabajan ahora en los detalles de un pacto que se empezó a fraguar con el nombramiento de Marta Fernández como presidenta de las Cortes. Confirmado que Aragón no tendrá repetición electoral, todos están pendientes de Murcia, donde PP y VOX están mucho más lejos de llegar a un pacto.