Santiago, la Plaza del Obradoiro, es final de muchos caminos, pero Alberto Núñez Feijóo quiere convertirlo en su nuevo principio. Deja la mayor responsabilidad política de su tierra y allí deja 13 años de gobierno y 4 mayorías absolutas un modelo que quiere exportar para que el Gobierno de España no tenga que depender, dice, de los populismos. Quiere una política que define con cuatro palabras: unidad, moderación, estabilidad y diálogo. Una política alejada de divisiones y trincheras. Hoy ha pronunciado su último discurso en gallego. Un adiós a Galicia para poner su objetivo en Madrid, en Moncloa.