La magia de la Lotería de Navidad reside, en parte en que los premios suelen repartirse a lo largo y ancho de la geografía española. Las imágenes de personas felices celebrando con champán que les ha tocado un 'pellizco' del montante que se reparte el 22 de diciembre son habituales y cada año se enmarcan en una ciudad distinta. Pero hay una urbe española que nunca ha sido agraciada con el premio más cotizado. En Melilla nunca ha caído el Gordo del Sorteo Extraordinario de Navidad.