En Estados Unidos, el presidente Joe Biden ha pedido a sus servicios de inteligencia que investiguen el origen del coronavirus. Emplaza a las agencias a emitir una conclusión en un plazo de 90 días. Las dudas sobre si surgió en un laboratorio o por el contacto de un humano con un animal infectado dividen profundamente al país. Además, el propio Biden ha querido presionar a las autoridades chinas para que cooperen en la investigación.