Varios familiares arropan a la madre de Luis Rubiales en su encierro en la parroquia de La Buena Pastora de Motril. Y apoyan también al suspendido presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Gran parte de la familia cree absolutamente desmesurada la reacción social, mediática y política contra Rubiales. La separación entre el ámbito personal y el profesional no parece ir con Luis Rubiales. Ni en su actuación en la final del Mundial ni en la reacción que tuvo después. Ni en la famosa asamblea del viernes: sentó a sus padres y a sus tres hijas en primera fila, y las mencionó constantemente. Su familia ha sido también cantera. Nombró a su tío Juan Rubiales, jefe de Gabinete de la Federación. Pero fue él precisamente quien lo denunció hace un año por utilizar dinero federativo para organizar una fiesta privada.
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