Dos años después de acceder a la vicepresidencia del Comité Técnico de Arbitros, en la que permaneció hasta 2018, la Seguridad Social declaró en 1995 a Enríquez Negreira en situación de incapacidad permanente en grado total con un sueldo mensual de 1.240 euros. La Seguridad Social confirmó esa incapacidad en 2004 después de que Negreira sufriera un accidente de tráfico, que según los informes, le dejó secuelas neurológicas. Una incapacidad que en absoluto mermó su habilidad para los negocios. Entre 2001 y 2018, de forma paralela a su paga de 1.200 euros, Negreira facturó al Barcelona más de siete sospechosos millones de euros, cuya contrapartida inexistente ahora se está investigando. Aunque, tal y como refleja el sumario, la estrategia de defensa de Negreira es evitar la imputación precisamente por su estado de salud. El mes pasado se negó a declarar ante la fiscal. Su abogado alegó que padece alzheimer.El diágnostico presentado hablaba de una demencia leve. Para lograr esa exención de responsabilidad penal tendrá que someterse a un exhaustivo y exigente examen médico.