Ya no tendrán que subir sobre sus lomos a aquellas personas que pesen más de 100 kilos. En realidad, se trataba de una vieja reivindicación. Algunos colectivos animalistas, hartos de ver como los pobres animales tenían que cargar sobre sus lomos a pesados turistas, pidieron que se prohibiera dicha actividad. Finalmente, el gobierno, atendiendo al peso del animal, ha decidido que el límite estará en los 100 kilos. Hay que recordar que en change.org más de cien mil personas han pedido ya que se dejen de usar totalmente a los animales para estos menesteres. En nuestro país, desgraciadamente, aún tendremos que esperar mucho para conseguirlo.