El número de animales abandonados este verano ha sido, tristemente, de record. Los albergues han tenido que estirar sus instalaciones para acoger a todos ellos. Sin embargo, el futuro es esperanzador. Los nuevos movimientos sociales para la protección de los animales han motivado, entre otras cuestiones, la aprobación inminente de leyes mucho más proteccionistas. Quizás, si todo sigue avanzando así, en 10 años el abandono de animales empiece a ser sólo parte del pasado.