La comunidad internacional recaudó ayer 550 millones de euros para garantizar la seguridad de la central nuclear ucraniana de Chernóbil en vísperas del 25 aniversario de la mayor catástrofe de la historia de la energía atómica. "Los esfuerzos conjuntos de Ucrania y la comunidad internacional nos han permitido recaudar hoy, y esta cifra la considero preliminar, 550 millones de euros para proyectos de Chernóbil", aseguró Víctor Yanukóvich, presidente de Ucrania.

Alertados por lo ocurrido en la planta atómica japonesa de Fukushima, la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros, se comprometieron ayer a incrementar considerablemente sus ayudas para la desactivación de Chernóbil y para su entorno natural. Durante una conferencia internacional de donantes en Kiev, Yanukóvich explicó que algunos países como Italia, Canadá, Brasil o México quieren contribuir, pero aún no han precisado la cifra.

El Fondo Chernóbil, creado en 1997 por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo para financiar las tareas de desactivación de la planta ucraniana, había recaudado hasta ahora 864 millones de euros.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, señaló que la UE, que ya ha aportado 470 millones de euros al fondo de donantes para paliar las consecuencias de la catástrofe de Chernóbil, hará un aporte adicional de 110 millones de euros, "como muestra de solidaridad".

Por su parte, EE UU adelantó que donará 123 millones de dólares, más de la mitad de lo concedido hasta ahora (240 millones); el BERD aportará 120 millones de euros; Francia, 47 millones, y Alemania, 42,4 millones. "La seguridad nuclear no sabe de fronteras", aseguró durante el foro en Kiev Zvigniew Brzezinski, antiguo consejero nacional de seguridad norteamericano.

Japón, uno de los mayores contribuyentes a Chernóbil, se abstuvo en esta ocasión, aduciendo los graves problemas económicos a los que se enfrenta desde el terremoto y el tsunami que sacudieron el país asiático a principios de marzo, mientras que otros países adujeron que, aunque ahora no pueden ofrecer ayuda financiera debido a las crisis económicas en las que se encuentran sumidos, siguen comprometidos con los programas de Chernóbil.

Al inaugurar la reunión, Yanukóvich pidió a la comunidad internacional 740 millones de euros para Chernóbil, planta que fue clausurada en 2000, e insistió en que los esfuerzos de Ucrania, que contribuyó con 29 millones de euros, "son, por decirlo de una manera suave, insuficientes".