–Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Los ricos han salido de la crisis?"

–Parece que los países ricos han salido pero, desgraciadamente, se dan las condiciones para la recaída que tendrá la crisis. No puedo decir cuándo, mi receta es cambiar el contexto de regularización.

–¿A qué se debe el rebote de la crisis?

–Las ayudas concedidas a los bancos con mucho éxito se han mantenido en el corral de las finanzas, sin salir a la economía real. Gracias a la revolución informática, se ha creado un espacio financiero hermético. La banca es un gran casino, a puerta cerrada y global.

–¿Para cuándo está previsto que la tecnología absorba a la economía?

–La tecnología no son únicamente equipos y procesos, también formas organizativas como el paso de la pirámide a operar en redes. Sin nuevas tecnologías no hay crecimiento económico, y la innovación requiere la financiación hoy convertida en juego de azar.

–¿Por qué permitieron los estados que los bancos les superaran en tamaño?

–No lo permitieron, no había legislación sobre el tamaño. Con la ideología de que lo grande es bueno, todo crecimiento se creía positivo. Además, las empresas globales son federaciones y redes chatas, con lo que pueden crecer y hacerse más ágiles sin riesgos.

–De ahí que la banca domine el mundo.

–Con el agravante de que los bancos saben ahora que van a salvarlos si incurren en pérdidas.

–¿Nos encaminamos hacia un capitalismo a la china, con férreo control estatal?

–No me suena factible. Es normal que Estados Unidos sea dueño de unos cuantos bancos por un tiempo, como terapia intensiva.

–¿Por qué no cerramos las bolsas, para acabar con el casino?

–No, cómo se le ocurre. El desastre inmobiliario no viene de las bolsas, sino de convertir las hipotecas en paquetes negociables. Simplemente, los bancos se zafaron de sus obligaciones hacia los clientes.

–Y ahora las cigarras exigen ser salvadas por las hormigas.

–Ha ocurrido ya cinco veces. En cada revolución, hay quienes se enriquecen sin grandes esfuerzos. Así funciona el capitalismo, un sistema extraño que genera bienestar colectivo a través del egoísmo individual y que no lo hace con armonía, sino a martillazos.

–¿Haití demuestra que los pobres están mejor preparados para la crisis?

–Eso se aplica a Haití, donde pueden estar cinco días sin comer porque quién sabe cuántas veces lo sufrieron antes. Hay que distinguir la pobreza –que genera solidaridad, el inmigrante es un emprendedor– del empobrecimiento, que engendra odio, resentimiento, líderes mesiánicos y terrorismo.

–La economía desprecia la demografía.

–La teoría económica está enferma. Ignora la historia, la tecnología, las instituciones, se parece al borracho que busca las llaves debajo de la farola porque allí hay luz. Al aspirar a ser una ciencia como la física, la economía se reduce a lo que se puede medir y abandona la significación.

–¿Qué gran descubrimiento propiciará la próxima revolución tecnológica?

–Tenemos veinte años más de despliegue de la revolución informática, con la entrada en juego del impacto ambiental. Las futuras áreas de ruptura serán la nanotecnología, la biotecnología y la bioelectrónica. Se necesita algo muy poderoso y barato.

–¿Cómo ingresará en la historia Chávez?

–Como un gigantesco error cometido con buenas intenciones.

–Supongamos que enchufamos a un niño a internet, y a otro a las obras de Platón.

–Las obras de Platón están en internet. El problema es lograr que el niño ame lo que descubre, y para eso es útil hasta jugar en la nintendo, porque le suministra destrezas como la coordinación. En el pasado, la educación te preparaba para responder, hoy consiste en aprender a hacer preguntas y a evaluar las respuestas.

–¿Qué debe estudiar un joven preocupado por las salidas profesionales?

–Las ciencias de la vida y de los materiales van a crecer muchísimo. A los muy jóvenes, el auge tecnológico y ambiental les llegará con treinta años. Escoger una carrera supone vislumbrar y comprender talentos, en un área que te permita gozar en plenitud.

–¿Qué deben hacer los empresarios turísticos mallorquines?

–Huir de la competencia de precios a la baja, buscar un nicho de especialización y no aislarse.

–¿A qué edad se jubilará usted?

–Nunca, seguiré hasta que me muera. Debería haber una edad a partir de la cual se le garantiza una pensión al trabajador, y que no se jubile quien no quiere.