Juicio a una pareja por grabar a seis inquilinos con cámaras ocultas en Palma

La Policía encontró cientos de vídeos de las víctimas desnudas y manteniendo relaciones sexuales en habitaciones y baños

Fiscalía y acusaciones piden sendas condenas de 24 años de cárcel para los sospechosos por revelación de secretos

Dos policías examinan el material intervenido en las viviendas de la pareja. | POLICÍA NACIONAL

Dos policías examinan el material intervenido en las viviendas de la pareja. | POLICÍA NACIONAL / marcos ollés. palma

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Una pareja fue juzgada ayer por grabar con cámaras ocultas colocadas en dormitorios y baños a seis inquilinos —cuatro mujeres y dos hombres— de dos viviendas en Palma. La Fiscalía y las acusaciones particulares mantuvieron, tras la vista celebrada a puerta cerrada, sus peticiones de 24 años de prisión para cada procesado por delitos de descubrimiento y revelación de secretos. La Policía encontró en los dispositivos incautados más de 400 grabaciones de diez víctimas desnudas o manteniendo relaciones sexuales, aunque solo seis de ellas pudieron ser identificadas.

El acusado, un portugués de 47 años, reconoció en el juicio que los dispositivos de grabación eran suyos y desvinculó a su pareja. La mujer, de nacionalidad boliviana, aseguró no saber nada de la instalación de las cámaras ocultas, pero en la causa judicial figura un mensaje de voz que envió a una de las víctimas en el que reconocía estar al corriente. Los abogados defensores reclamaron en el juicio la nulidad de las actuaciones por vulneración de derechos. Alegaron que la causa se inició por unas imágenes que una de las víctimas encontró en un ordenador del acusado y llevó a la Policía, sin control judicial, por indicación de los investigadores.

Los hechos ocurrieron entre los años 2017 y 2021 en las viviendas donde residía la pareja, en la barriada palmesana de Pere Garau. Los acusados alquilaban habitaciones en estos domicilios, por las que pasaron una docena de personas durante aquel periodo. El hombre, según las acusaciones, colocó microcámaras en los cuartos de baño y en los dormitorios de los inquilinos, la mayoría mujeres jóvenes, y durante años recopiló vídeos íntimos.

Una de las microcámaras halladas en los domicilios. | POLICÍA NACIONAL

Una de las microcámaras halladas en los domicilios. | POLICÍA NACIONAL / marcos ollés. palma

Fue una de las perjudicadas quien, a mediados de 2021, descubrió uno de los artilugios en el aseo de la vivienda. Cuando le preguntó al acusado, este le explicó que se trataba de una repetidor de la señal wifi, pero sus explicaciones no le convencieron. Contó lo ocurrido a otra de las mujeres que vivían en ese momento en el domicilio. Esta tenía acceso al ordenador del acusado, que le había dado permiso para utilizarlo. Buscaron y encontraron imágenes de otra mujer, una antigua inquilina que ya no vivía allí, grabadas en el cuarto de baño.

Las tres perjudicadas acudieron a la Policía para denunciar los hechos y los agentes, según confirmó una de ellas ayer en el juicio, les pidieron que llevaran el aparato sospechoso. Así lo hicieron y los policías comprobaron que se trataba de una microcámara, que contenía vídeos de estas tres mujeres desnudas.

Con esta evidencia, la Policía solicitó autorización judicial y registró la vivienda del acusado. Hallaron otros dos cámaras escondidas, un ordenador y varias tarjetas de memoria con imágenes similares de diez personas en total. Algunas de ellas eran de otro domicilio, que el propio acusado identificó tras ser detenido. En ese inmueble residía su pareja, que se autoincriminó en un mensaje remitido a una de las víctimas en el que admitía tener conocimiento de la colocación de las cámaras ocultas.

Los investigadores recabaron en total casi 450 archivos de una decena de inquilinos de la pareja desnudos, manteniendo relaciones sexuales y en momentos de su vida íntima. La Policía Nacional intentó aclarar si estas imágenes se habían difundido en internet, pero no halló pruebas. Los agentes consiguieron identificar a seis de las diez personas que aparecían en los archivos incautados.

El caso llegó ayer a juicio en un juzgado de lo penal de Palma, que acordó celebrar la vista a puerta cerrada para preservar la intimidad de las víctimas. Los perjudicados, que comparecieron como testigos, se reconocieron ante la jueza en las imágenes intervenidas en los domicilios de los procesados.

La Fiscalía y las dos acusaciones particulares personadas en la causa imputan a la pareja seis delitos de descubrimiento y revelación de secretos con la agravante de abuso de confianza, por los que reclaman sendas condenas de 24 años de cárcel e indemnizaciones de entre 3.000 y 6.000 euros para cada una de las víctimas.

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