El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz decretó ayer el ingreso provisional de una mujer alemana, de 55 años, detenida el pasado viernes en Palma por el presunto homicidio de su padre en su país de origen. Durante su comparecencia por videoconferencia ante el magistrado, la arrestada expresó su conformidad a ser extraditada.

Inge S., de 55 años, fue detenida la mañana del pasado viernes en la calle Monsenyor de Palma. La mujer se había instalado en el domicilio de la capital balear, donde reside su hija, tras marcharse de Alemania. Su padre, de 90 años, falleció el pasado mes de octubre de un presunto envenenamiento.

La autopsia practicada al progenitor en Alemania determinó como causa de la muerte una sobredosis de medicamentos. Con su fallecimiento, tanto Inge como su hermano habrían sido los principales beneficiarios de una sustancial herencia.

La Policía Criminal de Alemania se hizo cargo de la investigación. En primera instancia fue detenido el hijo del fallecido en su país de origen por un presunto delito de homicidio. Mientras, su hija había desaparecido.

Los hijos del anciano fallecido encomendaron su cuidado a una mujer para que le atendiera. La cuidadora, siguiendo las directrices de los vástagos, le habría administrado los medicamentos que estos le habían señalado.

La posteriores pesquisas sirvieron para determinar que la sospechosa se había marchado del país. Todos los indicios apuntaban a que se podría haber marchado a Palma. De hecho, la nieta del finado tenía fijada su residencia en la capital balear.

A tenor de estos indicios, la justicia alemana emitió el pasado 31 de marzo una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) contra Inge S., de 55 años. Esta solicitud fue cursada directamente a la Policía Nacional para que se hiciera cargo de las pesquisas y procediera a su arresto.

El principal punto bajo sospecha era el domicilio de la nieta del anciano fallecido en Palma. La joven residía en la calle Monsenyor Palmer de la capital balear. Un nutrido dispositivo policial se movilizó hasta este punto. Tras localizar a Inge S. allí con su hija, los agentes se personaron en el inmueble y le comunicaron que tenía que ser detenida en virtud de la OEDE emitida por las autoridades alemanas.

Los policías desplazados hasta el domicilio también imputaron a la nieta del fallecido por un presunto delito de encubrimiento. No obstante, tras ser asistida por el letrado Miguel Ángel Ordinas, la joven quedó en libertad aunque su madre fue conducida a los calabozos.

A primera hora de la mañana de este sábado, Inge S. fue conducida ante el Juzgado de Instrucción número siete, en funciones de guardia. No obstante, la comparecencia se realizó por videoconferencia ante el juez Santiago Pedraz, titular del Juzgado de Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional.

Inge S., también asistida por el abogado Miguel Ángel Ordinas, expresó su «consentimiento irrevocable» para ser extraditada a su país para responder por un presunto delito de homicidio de su padre. Al aceptar su traslado, la encausada agilizará notoriamente su extradición a Alemania.

Riesgo de fuga

En el auto emitido por el juez Pedraz, decretó la medida cautelar de prisión provisional para la mujer alemana detenida el pasado viernes en Palma. El magistrado sustentó esta decisión en el riesgo de fuga que consideró que existía al haberla puesto en libertad. De hecho, se había marchado de su país a Mallorca poco después del fallecimiento de su padre. Aunque el alojamiento donde estaba residiendo era muy previsible: el domicilio de su hija.

La elevada herencia que quedó en manos de los hijos, con la muerte presuntamente envenenado del anciano en Alemania, disparó las sospechas a los investigadores. La autopsia realizada al cadáver, encontró indicios de que pudiera tratarse de un parricidio.