Patrullas de la Policía Nacional de Palma capturaron el pasado martes por la tarde a un conductor que se dio a la fuga cuando le dieron el alto a la salida de Son Banya tras una peligrosa persecución que se extendió más de 40 kilómetros, por Porreres hasta Campos. La fuga solo terminó cuando el individuo se quedó sin gasolina. Los agentes comprobaron entonces que tenía el carné de conducir retirado por una orden judicial y que llevaba el coche de su exmujer, de la que tiene una orden de alejamiento.

Según informan fuentes policiales, los hechos ocurrieron sobre las seis de la tarde del martes, cuando una patrulla policial que realizaba labores preventivas en la zona de Son Banya se percató de que un coche que salía del poblado aceleraba bruscamente ante su presencia. 

Los agentes activaron las sirenas y luces para que se detuviera, pero en lugar de eso el conductor aceleró todavía más en un intento de escapar. Así que el coche patrulla salió en su persecución y alertó de ello a otras unidades policiales. 

El coche sospechoso se dirigió inicialmente hacia Palma, y en la entrada de la ciudad tuvo que frenar porque había un atasco en la autovía. Los coches de la Policía se colocaron entonces a sus dos lados para evitar que siguiera huyendo. Sin embargo, el individuo logró meterse por el arcén, y avanzó a toda velocidad entre los coches detenidos y el guardarraíl.

Los coches patrulla que participaban en la persecución mantuvieron una distancia prudente para evitar un accidente con consecuencias peores, ya que en varias ocasiones provocó situaciones de gran riesgo para el resto de los usuarios de la vía. En varias de las rotondas que atravesó derrapó sobre la calzada e invadió los carriles del sentido contrario.

El coche fugado siguió por la carretera de Manacor y se desvió luego hacia Porreres, localidad que atravesó a toda velocidad con los coches de la Policía detrás suyo. No se detuvo hasta que se quedó sin gasolina en la entrada de Campos

Al detenerse, el hombre se encerró en el vehículo. Los agentes se colocaron en sus lados y, con las armas en la mano, le conminaron a que se entregara. Finalmente abrió las puertas.

La Policía comprobó que se trataba de un ciudadano marroquí de 38 años, que no tiene carné de conducir ya que se le retiró por orden judicial. Además el coche en el que circulaba pertenece a su exmujer, de la que tiene una orden de alejamiento. El hombre manifestó que su exmujer le había prestado el coche a un primo suyo. 

La Policía le arrestó por un delito de desobediencia grave y otro contra la seguridad del tráfico.