Un hombre fue condenado ayer a un año y tres meses de prisión por provocar adrede un incendio que destruyó 14 contenedores de basura y un todoterreno en Calas de Mallorca, en Manacor. El procesado reconoció los hechos durante la vista celebrada en un juzgado de lo penal y, además de la pena de cárcel, acató pagar indemnizaciones que suman más de 9.000 euros al Ayuntamiento y a la dueña del vehículo. El acusado se declaró autor de un delito de daños por incendio, por el que la fiscalía reclamaba inicialmente cuatro años de prisión, y la magistrada dictó sentencia en el acto.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 20 de julio de 2016. El hombre, marroquí de 41 años, confesó que aquella noche acudió a la calle Formentor de la localidad y pegó fuego de forma intencionada a un montón de basura. El fuego no tardó en extenderse a una batería de contenedores y a un todoterreno Toyota Raff 4. La magnitud de las llamas, que dañaron también un cercado de madera y un letrero, obligó a intervenir a los Bombers de Mallorca. Una dotación se desplazó al lugar y sofocó el incendio, que se reavivó después y provocó una nueva intervención de los bomberos.
Todos los depósitos de basuras y el todoterreno quedaron destruidos. La Policía Nacional puso en marcha una investigación y una semana después detuvo al acusado. Quedó en libertad por orden judicial al día siguiente.
Concluida la investigación, la fiscalía imputó al sospechoso un delito de daños por incendio y reclamó para él una condena de cuatro años de cárcel. El ministerio público solicitó además que indemnizara al Ayuntamiento con 5.900 euros y a la dueña del automóvil y el letrero con otros 3.650 euros.
Reconoce los hechos
El procesado compareció ayer en un juzgado de lo penal de Palma. Antes de la vista, el abogado defensor, la fiscal y la letrada de la acusación particular alcanzaron un acuerdo de conformidad. El pacto rebajó la petición de condena a un año y tres meses de prisión, mientras las compensaciones para los perjudicados se mantuvieron.
El acusado reconoció los hechos ante la magistrada, se declaró autor del delito y aceptó tanto la condena como las indemnizaciones acordada. La jueza dictó entonces sentencia de viva voz, por lo que el fallo judicial ya es firme.
