La operación policial contra el clan del Pablo realizada esta semana en La Soledat dejó unas cuantas escenas memorables, como la de los policías tratando de pescar en las alcantarillas algunos de los paquetes con droga que los narcos acababan de arrojar por el desagüe, o la del tipo que trató de deshacerse de las pruebas mientras los policías forzaban la puerta pegándole fuego con un soplete contectado a una bombona de butano y que estuvo a punto de provocar un desastre. En otro domicilio los agentes llegaron a excavar un agujero en el suelo de la calle para alcanzar la tubería del desagüe, y se encontraron nada menos que una balanza de precisión que acababan de tirar. Aparte de contar con sofisticadas medidas de seguridad, parece que los narcos no rechazaban la ayuda divina. En uno de estos puntos de venta de droga habían instalado una especie de altar con una figura de la Sagrada Familia compartiendo espacio con otra de Buda. Todo un ejemplo de sincretismo religioso, aunque las botellas de licor colocadas junto a las figuras no quedaban demasiado bien.Malas pulgas

La Policía Local de Palma acudió esta semana al Molinar, donde había una gata que se había metido en los bajos de un coche. El felino, según cuentan, opuso una resistencia inaudita, y el agente que la rescató salió con varios arañazos en manos y brazos, pese a que iba protegido con guantes de seguridad. El espectáculo que dieron tuvo que ser digno de ver. Los dueños de la gata aprovecharon las redes sociales para agradecer el servicio a la Policía y colgaron la foto policial de la agresora, ya más calmada, aunque tiene toda la pinta de tener el genio corto.

Videobronca

El pasado miércoles estaba previsto un juicio a un clan de traficantes de droga en la Audiencia. Una de las sospechosas no se presentó a la cita y sus allegados, tras una larga espera, consiguieron contactar con ella. A las puertas del edificio, los familiares le hicieron una videollamada. Arremolinados en torno a un teléfono móvil, empezaron a recriminarle su ausencia y pedirle explicaciones. "¡Hay que ser más seria para estas cosas, que no es una tontería!", le espetó una mujer que parecía ser la matriarca. Finalmente, la vista se suspendió y se celebrará otro día.