Svetlana Batukova, la mujer condenada el pasado junio a 14 años de prisión por matar a su marido, el alemán Horst Hans Henkels, causándole cortes en los brazos hasta que se desangró en el domicilio conyugal en Cala Millor (Sant Llorenç) en 2016, pidió ayer quedar libre ante la Audiencia de Palma.

Batukova, de 49 años y origen ruso, insistió en su inocencia de nuevo. "Yo no lo he hecho, yo no lo he hecho", aseguró ayer ante la sala. Mientras, la fiscalía reclamó que continúe encarcelada al argumentar que un jurado popular la declaró culpable de un delito de homicidio con la circunstancia agravante de parentesco, por el que fue sentenciada a 14 años, una pena muy elevada, y, además, ella es extranjera, por lo que existe riesgo de fuga.

Por su parte, la defensa pidió a la Audiencia de Palma que ponga en libertad a su representada porque la sentencia aún no es firme, ha sido recurrida en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears (TSJIB) y la mujer ya lleva unos tres años en prisión provisional.

Svetlana Batukova siempre ha mantenido que es inocente durante todo el procedimiento. Según su versión, su esposo falleció debido al ataque de sus dos perros.

En cambio, la sentencia de la Audiencia de Palma, tras el veredicto de culpabilidad del jurado, declaró probado que el crimen ocurrió entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde del pasado 1 de abril de 2016, cuando Batukova y su marido, Henkels, de 70 años, se encontraban en su domicilio de la calle Bella Vista en Cala Millor, en Sant Llorenç. La mujer, con la intención de acabar con la vida de su esposo, cogió un cuchillo serrado y cortó distintos trozos de carne y piel de uno de los brazos de él.

El perjudicado sufrió una hemorragia masiva, un shock hipovolémico, que le causó la muerte. Una vez que el germano ya había fallecido, los dos perros que vivían con la pareja en la casa, Linda y Lord, atacaron y mordieron el cadáver de forma espontánea. Los canes le causaron heridas por mordedura en las piernas y desgarros por mordiscos en los brazos, llegando a comerse la masa muscular de ambos brazos.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • Juicio por matar a su marido y descarnarlo para dar de comer a sus perros
  • Catorce años de cárcel para la mujer que mató a su marido en Cala Millor

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO