Los equipos sanitarios tuvieron que atender a setenta clientes del hotel Whala! Beach de s'Arenal de Llucmajor, donde de madrugada se declaró un incendio que destruyó una habitación de la primera planta. El joven holandés que ocupaba la habitación sufrió quemaduras en los brazos y una pierna, aunque no requirió ser hospitalizado, mientras que un bombero que participaba en las labores de extinción sufrió un golpe de calor y un agente de la Policía Local de Palma resultó herido en una mano durante el desalojo del recinto. En total, más de 800 personas tuvieron que abandonar el hotel y otro establecimiento vecino como prevención, aunque todos pudieron volver pasadas unas horas.

El siniestro, según informaron fuentes de los distintos organismos de emergencia, se declaró en la habitación 1.003, en la primera planta del hotel Whala! Beach, un gran establecimiento ubicado en primera línea de s'Arenal de Llucmajor. Se trata de un aparthotel, con dependencias con cocina propia, y parece ser que aquí se originó el fuego. Aunque las causas exactas del incendio aún están siendo investigadas por la Guardia Civil, los primeros indicios recogidos ayer en el lugar apuntan a que dos jóvenes holandeses que estaban instalados en la habitación regresaron de fiesta sobre las cinco de la madrugada. Uno de ellos manipuló la cocina y habría sido entonces cuando se produjo una deflagración. Este joven sufrió quemaduras en los brazos y una pierna. Salió del hotel por su propio pie y fue a un centro médico a curarse.

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Mientras tanto, el fuego se propagó por la habitación y provocó una enorme humareda que se extendió por todo el establecimiento. Eran las cinco y once de la madrugada cuando los Bombers de Mallorca recibieron el primer aviso sobre un fuego en un establecimiento hotelero. Acudieron con urgencia todas las unidades disponibles del parque de Llucmajor, a las que se unieron posteriormente equipos de los parques de Calvià, Inca y los Bombers de Palma.

También acudieron al lugar patrullas de la Policía Local de Llucmajor y la Guardia Civil, que contaron con la ayuda de agentes de la Policía Nacional y la Policía Local de Palma. Muchos de los clientes eran chicos españoles que estan de viaje de estudios, aunque también hay alojados turistas extranjeros. La mayoría de ellos salieron de sus habitaciones alertados por la alarma de incendios y pudieron llegar al exterior por sus propios medios. Hubo un pequeño grupo que pasó al tejado de una casa aledaña al establecimiento. Agentes de la Policía y un vigilante de seguridad recorrieron planta por planta la parte del establecimiento más afectada por el humo y comprobaron todas las habitaciones para asegurarse de que no quedaba nadie dentro. Uno de estos agentes, policía local de Palma, se hirió en una mano al romper un vidrio para acceder a una zona segura.

En la parte del hotel más alejada, los responsables del operativo de emergencia optaron por dejar a los clientes confinados en sus habitaciones hasta que el fuego quedara sofocado y las dependencias fueran ventiladas. Al cabo de una hora, una vez solucionada la emergencia, pudieron salir sin problemas.

En total, según los datos de la Guardia Civil, fueron desalojadas 678 personas del Whala! Beach y otros 136 clientes de un establecimiento situado enfrente, el hotel Gracia, en este caso como medida de prevención, para que no les alcanzara el humo.

El 061 envió siete ambulancias al lugar, más otras dos vehículos sanitarios de la clínica Palma Planas. La central de emergencias sanitarias instaló un hospital de campaña para atender a a los heridos en el lugar. Los equipos sanitarios trasladaron a distintos centros -Son Espases, Son Llàtzer, Palma Planas y el PAC de Trencadors- a veinte personas: tres en estado menos grave y diecisiete en estado leve. Otras cincuenta personas recibieron asistencia en el lugar, la mayoría por intoxicaciones muy leves por inhalación de humo o crisis de ansiedad. Uno de los bomberos que participaban en las tareas de extinción tuvo que ser atendido también al sufrir un golpe de calor.

El fuego, que pudo ser sofocado rápidamente por los bomberos, destruyó el interior de la habitación en la que se originó y causó daños en una habitación contigua. Sobre las ocho de la mañana el siniestro estaba ya solventado y la mayoría de turistas pudieron volver a sus habitaciones. A las ocho y cuarto el restaurante del hotel ya estaba abierto y servía el desayuno a los clientes.

Uno de los clientes hizo fotos del comienzo del incendio

La Guardia Civil se hizo cargo de la investigación para determinar el origen del fuego, por lo que está previsto que tomen declaración a los dos jóvenes holandeses que en ese momento se encontraban en la habitación siniestrada. A falta de esta investigación, las primeras informaciones apuntaban a que la deflagración se produjo cuando uno de ellos estaba manipulando la cocina de la habitación y sufrió quemaduras en brazos y piernas. Parece ser que el otro llegó a hacer una foto de ese momento. Los dos jóvenes abandonaron el establecimiento por su propios medios y el quemado acudió a un centro médico. Un par de horas después regresó al hotel con los brazos y piernas vendados y esperó en el exterior.