Un hombre aceptó este lunes una condena de ocho años de prisión por matar a un mujer en Eivissa en marzo de 2017. El acusado reconoció, durante el juicio con jurado popular celebrado en la Audiencia de Palma, que asestó 21 punzadas a la víctima durante una pelea por la calidad de la cocaína que ella le vendía. Una de las heridas le afectó al corazón y le causó la muerte. El tribunal le declaró autor de un delito de homicidio con la atenuante muy cualificada de confesión, como habían acordado el fiscal y el abogado defensor. Deberá indemnizar con 65.000 euros a la madre de la víctima. El hombre, colombiano de 54 años, se entregó en los juzgados de Madrid tres días después del crimen, cuando el caso se consideraba todavía una posible muerte natural.

El acusado, Daniel Felipe G.R. relató que en la madrugada del 31 de marzo de 2017 estuvo en el domicilio de la víctima, francesa de 54 años, en la calle Galicia del barrio de ses Figueretes, en Eivissa. "Ella me vendía droga y prestaba servicios sexuales. Esa noche fui a comprar droga y discutimos por la calidad", explicó. Sin entrar en detalles y llorando en algunos momentos, el procesado admitió que asestó varias punzadas en el pecho a la mujer y se marchó.

Ese mismo día contó a su mujer y uno de sus hijos lo ocurrido y decidió marcharse a Madrid para explicarle los hechos a su otro vástago y entregarse. "Podría haberme ido a Colombia y no lo hice. No era capaz de dejar a mi mujer y mis hijos abandonados", señaló.

El 3 de abril, el acusado se presentó en el juzgado de guardia de Madrid con una documento manuscrito. "Me presento hoy ante la Justicia por un delito de sangre. He dado muerte a una persona en Ibiza", rezaba la nota. El funcionario que le atendió debió de pensar que era un perturbado y no le hizo caso. "Me dijeron que volviera en 15 días, que ya me notificarían algo", contó este lunes el hombre. Sin salir del edificio judicial, se dirigió a un agente de la Policía Municipal. "Estaba sorprendido de haber confesado un crimen y que no lo hubieran detenido", relató este testigo, que enseguida contactó con la Policía Nacional. Tras comprobar la veracidad de su relato con la comisaría de Eivissa, el sospechoso fue finalmente arrestado. Desde entonces, está preso. Según un inspector de Policía que se entrevistó con él, el acusado afirmó que había atacado a la víctima con un punzón que ella empuñó primero y logró arrebatarle durante una pelea.

Los forenses ratificaron que cuando el acusado se entregó y confesó el crimen todavía creían que la mujer había fallecido por causas naturales. Según dijeron, en el primer examen del cuerpo se detectaron "múltiples lesiones pero no se pudieron valorar". "Era posible que se tratara de mordeduras de perro" posteriores al fallecimiento, señalaron. Fue en la autopsia cuando se descubrió que se trataba de un crimen al detectarse 21 heridas punzantes, una de las cuales afectaba al corazón y era mortal.

La fiscalía solicitaba en principio 12 años y medio de prisión para el acusado y su abogado pedía la absolución al entender que actuó en legítima defensa. Este lunes, tras alcanzar un acuerdo, ambos reclamaron ocho años de cárcel por homicidio con la atenuante muy cualificada de confesión. El jurado popular ratificó la culpabilidad del sospechoso aunque indicó que no solo su confesión permitió investigar el caso.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • Un acusado de matar a una mujer en Ibiza alega que fue en defensa propia

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO