La familia de Martina Rossi ha recibido la condena de los dos jóvenes implicados en su muerte con satisfacción. "Por fin se ha hecho un poco de justicia", declaró Bruno Rossi, padre de la víctima, a los medios italianos tras conocer la decisión del tribunal. "Nadie nos devolverá a nuestra hija, pero esto nos quita sufrimiento", explicó el hombre. Su abogado, Luca Fanfani, criticó la investigación que se llevó a cabo en Palma y mostró su deseo de que "las autoridades españolas pidan perdón".

El empeño de Bruno Rossi por demostrar que su hija no se suicidó ni sufrió un accidente ha sido determinante para que las pesquisas iniciadas en Italia haya culminado con la condena de los dos jóvenes. Rossi se encomendó a un abogado para impulsar un proceso judicial que demostrara que los hechos no habían ocurrido como sostenía la Policía Nacional. "Martina estaba alegre y feliz. Era la primera vez que estaba de vacaciones sin nosotros. Había estado todo el año estudiando y llevaba meses preparando su viaje a Mallorca", declaró el hombre. El caso tuvo una gran repercusión en su país, donde los medios han seguido todo el desarrollo del procedimiento.

La denuncia presentada en Italia enfatizaba los puntos sin aclarar de la investigación policial en España. Rossi destacaba que las zapatillas y el pantalón de su hija habían aparecido en el balcón de su habitación, un hecho para el que solo encontraba una explicación: alguien se los había quitado a la fuerza. También sostenía que la barandilla de la terraza era lo suficientemente alta como para que la joven no sufriera una caída accidental.

Siete años y medio después del fallecimiento de su hija, Rossi se mostró satisfecho por la condena de los dos acusados, hecha pública el pasado viernes. "Finalmente, se ha levantado un velo de verdad", comentó. El fiscal del caso, Roberto Rossi, enfatizó "la dignidad de los padres" de la víctima. "Ha sido un caso de justicia que funciona. En seis meses hemos completado el proceso", declaró.

El abogado de la familia, Luca Fanfani, mostró también su satisfacción por el veredicto. "Siempre he confiado en un resultado como este. Es una decisión que hace justicia a los pobres padres de Martina. Han visto la memoria de su hija embarrada por quienes la presentaron como una chica loca y suicida", afirmó. "Espero que las autoridades españolas, que llevaron a cabo una investigación superficial, tomen nota de la decisión y llamen a los padres para pedirles perdón", sentenció.

Los abogados de los condenados, por su parte, anunciaron que recurrirán la sentencia. "A veces, la justicia falla", dijeron.