La Guardia Civil llevó a cabo el año pasado en Balears 342 controles de barcos y motos acuáticas de las que 118, un 34,5%, derivaron en propuestas de sanción. La Guardia Civil hizo especial incidencia en la persecución del chárter náutico no autorizado e inmovilizó 42 embarcaciones por esta infracción.

Este año la Guardia Civil vuelve a poner en marcha esta campaña de control.El objetivo del control de motos náuticas es evitar en la medida de lo posible los accidentes y de incrementar la seguridad de la vida en el mar. Se llevará a cabo, además de en las zonas costeras, en aguas interiores como pantanos, embalses o lagos, donde también haya actividades recreativas de este tipo.

En una nota, el instituto armado informó ayer de que los agentes reclamarán a los tripulantes de las embarcaciones los certificados de navegabilidad, los justificantes de pago de la prima del seguro en vigor y la titulación de piloto correspondiente a las características de la embarcación, para comprobar que están en regla.

Por otro lado, inspeccionarán establecimientos y negocios dedicados a esta actividad con el fin de concienciar tanto a los profesionales como a los usuarios esporádicos de este tipo de actividades.

La inspección de estas embarcaciones la llevarán a cabo los servicios marítimos provinciales y las patrullas de puertos y costas.

Durante la campaña de 2017 se realizaron un total de 2.201 inspecciones, de las que 777 lo fueron con propuesta de sanción. Las provincias de Huelva, Málaga y Alicante fueron en las que se registraron más controles de motos náuticas.