Un acusado aceptó ayer al mediodía en la Audiencia de Palma una pena de seis años y un día de prisión por recibir un paquete postal en Alaró con cerca de dos kilos de cocaína de gran pureza procedente de Colombia en abril de 2017.

El hombre, de mediana edad y que lleva encarcelado más de un año desde principios de abril de 2017, se declaró ayer autor responsable de un delito de tráfico de drogas en su modalidad agravada de cantidad de notoria importancia.

La fiscalía inicialmente solicitaba para él una condena de ocho años de prisión y una multa de casi 600.000 euros. Ayer al mediodía, el ministerio público rebajó su petición a seis años y un día de privación de libertad, la pena mínima, y el sospechoso mostró su conformidad.

El encausado admitió ante el tribunal de la sección segunda los hechos. "Sí, son ciertos", confirmó de forma breve ante la sala. Su abogado defensor y el fiscal alcanzaron un acuerdo.

Según la tesis de la acusación pública, el hombre se venía dedicando al tráfico de sustancias estupefacientes al menos desde el mes de abril de 2017. El pasado 7 abril de 2017 recibió un paquete postal que contenía cocaína en Alaró.

El bulto había sido intervenido por la autoridad aduanera alemana días antes, el 1 de abril, en el aeropuerto de Leipzig (Alemania). La mercancía procedía de Bogotá (Colombia) y el destinatario era el acusado, según el fiscal.

Los agentes de Aduanas sometieron el paquete postal a una estrecha vigilancia y, una vez en la isla, se realizó una entrega controlada el 7 de abril, día en el que fue detenido el sospechoso al recibir el bulto en Alaró.

Los investigadores hallaron dentro del paquete cuatro envoltorios escondidos en el interior de unos aparatos paramédicos que contenían una sustancia blanca que una vez analizada resultó ser cocaína.

En total, los agentes intervinieron casi dos kilos de cocaína de una pureza del 73,9%, que tendría un valor en el mercado ilícito de cerca de 200.000 euros. La droga provenía de Colombia.

Según la tesis de la acusación pública, el alijo que recibió el sospechoso en la isla pretendía distribuirlo y venderlo a terceras personas. El caso quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia de Palma.