Agentes de la Guardia Civil del Área de Investigación de Sant Antoni arrestaron ayer por la mañana en Eivissa al presunto traficante de armas francés Pierre Konrad Dadak, que ya fue arrestado en la isla, en su mansión de Caló d’en Real, en julio de 2016 en una espectacular operación de los GEO de la Policía Nacional. Dadak, tras más de un año y medio en prisión provisional, fue puesto en libertad con cargos por la Audiencia Nacional y ahora ha sido detenido por una euroorden de Alemania al parecer por la presunta comisión de delitos contra la Hacienda Pública.

Por la tarde, Dadak, asistido por el letrado Iván Varela, declaró ante la jueza Carmen Lamela, del Juzgado Central de Instrucción 3 de la Audiencia Nacional, y lo hizo a través de videoconferencia desde los juzgados de Eivissa. Quedó en libertad con cargos, y se le impuso la obligación de comparecer todas las semanas en los juzgados de la isla y, además, se le retiró el pasaporte, informaron desde el TSJB.

Entramado empresarial

Según reveló la Policía Nacional en 2016, Dadak, que llegó a la isla en 2012, es el presunto líder de una red de blanqueo de capitales y extorsión que gestionó desde Eivissa la venta de 200.000 fusiles de asalto Kalashnikov AK-47, así como lanzamisiles y tanques a Sudán del Sur, “un país en permanente estado de guerra”. Dadak adquirió en Eivissa un terreno y una mansión en Caló d’en Real que acabó convirtiendo en un fortín con habitación del pánico incluida. Organizó desde la isla un complejo entramado empresarial con el que se dedicaba, presuntamente, al tráfico de armas, y contaba con una importante red de contactos internacionales, según las investigaciones de la Policía Nacional.

Incluso llegó a utilizar el avión presidencial de Gambia para vender armamento, incluido el material bélico presuntamente adquirido por el Gobierno de Sudán del Sur, según la Policía. Dadak y algunos de los que fueron detenidos con él en Eivissa mantienen supuestos contactos con el Clan Barresi, uno de los más importantes de la mafia marsellesa, según las investigaciones.

El sospechoso fue arrestado el 14 de julio en su casa de Caló d’en Real por agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional, que se tuvieron que emplear a fondo, ya que el sospechoso no puso las cosas fáciles. De hecho, se encerró en una especie de habitación fortificada y, una vez que se le obligó a salir, intentó escapar y hubo que reducirlo. La Audiencia Nacional atribuye a la red los presuntos delitos de blanqueo de capitales, extorsiones y amenazas a empresarios además de tráfico de armas, desde fusiles de asalto, a lanzagranadas y tanques.