Una espesa nube de humo negro procedente del incendio en un aparcamiento subterráneo cubrió este martes tarde buena parte de Esporles. Al menos una decena de vehículos resultaron gravemente afectados por el fuego. Un total de cuatro personas, tres de ellas agentes de la Policía Local, tuvieron que ser atendidas por las asistencias sanitarias al resultar intoxicadas por inhalación de humo. Un gran despliegue de efectivos se movilizó para sofocar las llamas, ante unas tareas de extinción extremadamente complejas.

El siniestro se inició sobre las cinco de la tarde en un aparcamiento subterráneo situado en la calle Rectoria de Esporles. Al parecer, el dueño de una furgoneta metió la llave de contacto para arrancar el vehículo y el motor se incendió. El fuego no tardó en extenderse a los vehículos circundantes y un espeso humo negro inundó el aparcamiento.

La espesa humareda no tardó en salir a la superficie, con la consiguiente alarma vecinal. Un dispositivo especial de emergencias se activó de inmediato. Bombers de Mallorca, procedentes de los parques de Santa Ponça (Calvià). Inca y Sóller, se dirigieron a sofocar las llamas. Ante la magnitud del incendio, también se tuvieron que sumar como refuerzo para combatir el fuego dotaciones de Bombers de Palma.

También se movilizaron efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local de Esporles. Asimismo, las asistencias sanitarias del Ib-salut tuvieron que atender a tres personas, dos de ellas policías locales, al sufrir intoxicación por inhalación de humo. Una de ellas, el octogenario que había arrancado la furgoneta donde se le declaró el fuego, fue atendida ‘in situ’ y le administraron oxígeno antes de ser trasladado al PAC. Los agentes, por su parte, acudieron al hospital por su propio pie.

Nula visibilidad

Los bomberos se tuvieron que adentrar en el aparcamiento subterráneo provistos de equipos de respiración autónoma, ya que el aire era completamente irrespirable. Además, la visibilidad era prácticamente nula. Estas circunstancia complicaron sobremanera las labores para sofocar el incendio. También colocaron potentes ventiladores para intentar disipar la gran cantidad de humo acumulado en el recinto.

El aparcamiento subterráneo de la calle Rectoria de Esporles era utilizado frecuentemente por la Policía Local para estacionar algunos de sus vehículos. Uno de los agentes también se apresuró a sacar del recinto a su deslumbrante Harley Davidson particular antes de que pudiera resultar afectada por las llamas. Otra motocicleta quedó en el interior.

Una vez sofocado el fuego, los bomberos examinaron la estructura del aparcamiento para comprobar si esta había resultado dañada por el intenso calor registrado en el interior.