El grupo terrorista Estado Islámico (EI) asumió ayer la autoría de la matanza en un club gay de Orlando (Florida, EE UU) que causó al menos 50 muertos y 53 heridos, informó la agencia de noticias Amaq, vinculada a los yihadistas. "El ataque armado perpetrado contra un club nocturno de homosexuales en la ciudad de Orlando en el estado estadounidense de Florida (...) fue perpetrado por un combatiente del Estado Islámico", señaló Amaq.

Precisamente, Omar Mateen llamó poco antes de iniciar el tiroteo al teléfono de emergencia 911 y declaró su lealtad al grupo terrorista Estado Islámico, según informó el canal NBC News. De acuerdo al medio estadounidense, las autoridades tienen registrada una llamada de Mateen en la que declaró su lealtad al grupo terrorista. Las autoridades analizan sus palabras.

No obstante, Mir Seddique, padre de Omar Mateen, sospechoso de ser el autor de la matanza descartaba los motivos religiosos en el suceso y apuntó a la homofobia. "Esto no tiene nada que ver con la religión", dijo el progenitor en declaraciones a NBC News, en las que indicó que su hijo se enfadó hace dos meses cuando, durante una visita a Miami, vio a dos hombres besándose.

Seddique indicó que cree que ese incidente en Miami puede estar detrás de este tiroteo en el Club Pulse, en el que murieron al menos 50 personas y otras 53 están heridas, varias de ellas en estado crítico.

"Estamos pidiendo disculpas por el incidente. No éramos conscientes de que estuviese planteando ningún tipo de acción. Estamos en estado de shock al igual que todo el país", aseguró el progenitor.

Mustafa Abasin declaró a la NBC News que estaban "impactados" con lo sucedido y están colaborando con las autoridades en la investigación.

La exmujer del supuesto autor de la matanza en el club homosexual declaró ayer que no era una "persona estable" y que la maltrataba. "No era una persona estable", declaró la exesposa al diario The Washington Post bajo condición de anonimato porque teme por su seguridad tras la masacre supuestamente cometida por su exmarido, identificado como el estadounidense de origen afgano Omar Mateen.

"Me golpeaba. Venía a casa y empezaba a golpearme porque la colada no estaba acabada o cosas así", afirmó la mujer, que conoció al sospechoso hace ocho años en Internet y decidió mudarse a Florida para casarse con él en marzo de 2009.

Al principio de los pocos meses que estuvieron casados, "él parecía un ser humano normal" hasta que se tornó violento, indicó, al precisar que su marido no era muy religioso y hacía ejercicio en el gimnasio con frecuencia.

Según la exesposa, el presunto asesino no dio nunca señales de haberse radicalizado, poseía una pistola de bajo calibre y trabajaba como guardia en un centro de delincuentes juveniles. De acuerdo con la mujer, la familia de Mateen procedía de Afganistán, pero él nació en Nueva York y se mudó posteriormente a Florida con sus familiares.