Apenas unos días después de que se haya abierto el proceso de selección de candidatos a jefe de la Policía Local de Palma, en el despacho de la concejala de Seguridad Ciudadana se acumulan decenas de currículums -algo tendrá que ver un sueldo de 100.000 euros al año en tanto interés-. Y eso que en esta primera fase solo se pueden presentar comisarios procedentes de policías locales, a la espera de que la conselleria de Interior confirme la tabla de equivalencias para que accedan oficiales de otros cuerpos policiales, un proceso que se puede demorar varios meses. Por ello se da por hecho que durante esta etapa de transición el mando permanecerá en manos del actual jefe provisional, el comisario Antoni Morey. En cuanto al jefe definitivo, los responsables políticos de la Policía tienen claro el perfil: quieren a alguien de fuera, independiente, sin ataduras y sin vínculos con las facciones que se han creado en el cuerpo en los últimos años. Y aunque todavía es muy pronto, ya suenan tres candidatos al cargo, cada uno de un cuerpo distinto: un guardia civil, un policía nacional y un mosso d'esquadra. Así que parece que habrá dónde elegir.
Negligencia vital
Un policía local de Palma que pudo morir tras sufrir un certero puñetazo en el cuello explicó en el juicio contra el presunto agresor que cuando acudió en primera instancia a la mutua ni le "miraron" y le dijeron que podía volver a patrullar. Posteriormente, empezó a ahogarse y a vomitar sangre. Se asustó, regresó a la mutua y de allí le derivaron urgentemente a Son Espases, donde le diagnosticaron una grave lesión y quedó ingresado en la UCI. El agente perjudicado aseguró que gracias a esa presunta "negligencia médica" pudo salvar la vida, ya que si se hubiera ido a casa a dormir, probablemente hubiera muerto en la cama debido a la severa fractura en el cartílago de la laringe.
Misterioso interrogatorio
El pasado jueves sobre las cinco de la madrugada una patrulla de la Policía Local de Palma interceptó un Peugeot 205 blanco frente a los cines Augusta. Los agentes sometieron a la conductora a un interrogatorio. "¿De dónde viene?, ¿A dónde se dirige?", le preguntaron. La mujer, extrañada, fue respondiendo a todas las preguntas. Las pesquisas iban encaminadas a descubrir la procedencia del turismo, ya que un vehículo parecido al suyo figuraba como robado. Solo les faltó preguntar: ¿Tiene novio?
¿Mercancías peligrosas?
El centro de Emergencias 112 activó el plan Merpebal de mercancías peligrosas el lunes pasado por un vehículo averiado en la carretera de Alaró a Bunyola. La alerta estuvo activa durante varias horas hasta que el camión con material de riesgo fue retirado. La mercancía que transportaba tan solo eran cuatro o cinco bombonas de butano.
Polémicas medallas
El sindicato Unión Federal de Policía (UFP) no acudirá mañana a los actos de celebración del día del patrón del cuerpo como muestra de rechazo por los criterios seguidos a la hora de conceder las condecoraciones. "La Jefatura premia a sus allegados y se deja en el tintero a verdaderos héroes", señalan.
Gran despliegue
El accidente de un autobús de la línea 16 de la EMT de Palma contra un árbol el pasado miércoles al mediodía en la avenida Comte de Sallent obligó a movilizarse a numerosos efectivos. Media docena de ambulancias de varias empresas tomaron la calle, junto con las patrullas de la Policía Local y Policía Nacional. El siniestro, motivado por un desvanecimiento del chófer, se saldó con diez heridos, la inmensa mayoría de carácter leve. La colisión también provocó largas retenciones, ya que dos carriles quedaron cortados.
Un espectacular despliegue como el que se montó el jueves por la tarde en otro incidente ocurrido en las Avenidas, a la altura de Pérez Galdós. El pasajero de un taxi se sintió indispuesto y el conductor pidió por radio una ambulancia urgente. En cuestión de minutos se presentaron en el lugar cuatro vehículos sanitarios de distintas empresas.
Ética y justicia
Un joven, que sufrió la amputación de un trozo de su oreja tras un mordisco durante una pelea en el Dimecres Bo de Inca de 2011, indicó durante el juicio contra su presunto agresor que no iba a reclamar ninguna indemnización. "He renunciado por ética", destacó la víctima, quien añadió que no estaba seguro al cien por cien de que el sospechoso fuera el autor. El presidente del tribunal, acto seguido, apuntó: "Se agradece lo de la ética".
