La Audiencia de Palma juzgó ayer a un joven de 26 años por presuntamente arrancar un trozo de oreja a otro de un mordisco durante una pelea en el Dimecres Bo de Inca en 2011. El imputado negó los hechos de forma rotunda ante el tribunal de la sección segunda. Según su versión, ni siquiera estuvo en la zona de la reyerta, en la plaza del Ángel, en la madrugada del 17 de noviembre de 2011. "Yo no estuve en toda la noche en esa calle. Además, soy incapaz de hacer eso. Se han confundido de persona por mis características físicas", destacó el sospechoso.

El joven encausado alegó que había quedado con sus amigos en la estación de Inca y luego bajaron por una calle peatonal hasta llegar a un bar donde pasaron toda la noche en una fiesta. "Ni siquiera estuve de paso por allí", concluyó.

Sin embargo, un testigo que se vio implicado en la reyerta y que sufrió un puñetazo en el rostro lo identificó durante la vista oral y sin dudar le señaló como el culpable de propinar un mordisco en la oreja a su amigo. "Esa noche salimos de un pub. El lugar estaba masificado. Había mucha gente. Era el Dimecres Bo en Inca. Íbamos en fila por la calle. Yo, el primero. No podía pasar porque había dos chicas delante. Les pedí permiso para poder pasar. Entonces, un chico me insultó y me dijo de todo. Le dije que se pusiera tranquilo que solo les había pedido permiso. De repente, recibí un puñetazo en la nariz y empecé a sangrar", recordó el joven.

Así, empezó la pelea. "A mí una persona me pegó un puñetazo y mi amigo salió a defenderme y se peleó con otro. Todo terminó cuando a mi amigo le mordieron y le arrancaron un trozo de oreja que luego el joven escupió", añadió. Este perjudicado renunció anteriormente a ser indemnizado.

La víctima señaló que durante el altercado sufrió un mordisco en su oreja derecha. "Estábamos agarrados los dos y me mordió. Otro amigo encontró el trozo de carne y fuimos al hospital", manifestó. El joven no pudo identificar al culpable en la sala. "No estoy seguro de que fuera él. No lo puedo decir al cien por cien. Ha pasado mucho tiempo", aseguró. El perjudicado también renunció a la indemnización: "He renunciado por ética".

Un guardia civil explicó que esa noche hubo dos peleas en Inca y que identificó en una de ellas al acusado. Sus amigos negaron que el joven estuviera en la plaza del Ángel. La fiscal pidió cinco años de cárcel para el sospechoso por un delito de lesiones con deformidad. El letrado defensor solicitó la absolución.