Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Operación Obsession

Extienden la investigación por estafas a clubs de alterne de toda Mallorca

La Guardia Civil sospecha que hay más locales que han utilizado fraudulentamente las tarjetas de crédito de los clientes - Algunas víctimas recibieron facturas de 5.000 euros

Agentes de la Guardia Civil custodian la puerta de uno de los locales de alterne de s'Arenal registrados en la madrugada del jueves. javier moranta

Las estafas por valor de 300.000 euros a clientes de clubs de alterne destapada por la Guardia Civil en la "operación Obsession" pueden ser solo la punta del iceberg. Los investigadores han extendido las pesquisas a otros locales de toda la isla, ante las sospechas de que la práctica -efectuar repetidos cargos a la tarjeta de un cliente sustraída durante un servicio sexual- podría haberse generalizado durante los últimos años. La Benemérita cree que el montante final del fraude podría ser muy superior al detectado hasta ahora.

El grupo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Llucmajor, responsable de las investigaciones, reventó en la madrugada del jueves la operación, con el registro simultáneo en cuatro locales de alterne de la Calle del Jamón, una de las zonas de ocio nocturno más conocidas de s'Arenal. Iban detrás de varios grupos organizados que se dedicaban a estafar a sus clientes efectuando repetidos cargos en sus tarjetas de crédito.

El modus operandi era similar en todos los casos. Cuando el cliente abonaba la cuenta de una consumición en el local, las prostitutas que estaban junto a él memorizaban la clave de su tarjeta. Luego, mientras realizaban un servicio sexual, las mujeres le sustraían la cartera sin que se diera cuenta y se la entregaban a otros empleados, que efectuaban varios cargos seguidos, hasta importes de 4.000 y 5.000 euros. A continuación le volvían a colocar la cartera en su lugar, de manera que la víctima se marchaba del establecimiento sin tener ni idea de lo que había pasado.

Muchos de ellos, cuando recibían las facturas, preferían no denunciar, habida cuenta de las circunstancias comprometedoras en las que se habían producido.

La "operación Obsession" se saldó en la madrugada del jueves con la detención de treinta personas de nacionalidad española, rumana y búlgara. La mayoría son prostitutas que trabajan en los locales investigados, aunque también fueron arrestados los tres propietarios y varios empleados de los establecimientos. La Guardia Civil se incautó durante los registros de 32.000 euros, así de los datáfonos y diferente documentación, que estaba pendiente de ser analizada.

Doscientas víctimas

De las gestiones practicadas hasta ahora se ha calculado que habría unos 200 perjudicados, la mayoría turistas ingleses, holandeses, suecos y británicos, y que el volumen del fraude denunciado ascendería a unos 300.000 euros. Sin embargo, las sospechas apuntan a que el total defraudado podría ser muy superior. Los investigadores solo cuentan por ahora con las denuncias por cargos impuestos entre marzo y julio de este año. Faltan por contabilizar los meses de agosto y septiembre, que se supone han sido de máxima actividad.

Pero además las sospechas se extienden a otros locales de similares características de toda la isla. Los investigadores creen que se habría convertido durante los últimos años en una práctica bastante generalizada, en especial en los establecimientos frecuentados por turistas extranjeros.

Las investigaciones abarcan además a otra serie de comercios que presuntamente actuaban en connivencia con los estafadores. En este caso, cuando los sospechosos sustraían la tarjeta a la víctima, efectuaban los cargos en un comercio cómplice, que aparentemente no guardaba relación con el local de alterne, en un intento de dificultar más la localización de los defraudadores.

La operación continúa abierta y no se descarta que se produzcan nuevas detenciones en los próximos días.

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