La Guardia Civil trabaja ya con una hipótesis sobre las causas del siniestro: un cortocircuito en un camión frigorífico de la bodega. Miembros de la tripulación del Sorrento apuntaron en este sentido en las declaraciones que prestaron ante los investigadores ayer por la noche, y explicaron que el fuego y la humareda comenzaron en el garaje de la cubierta número cuatro del ferry.
Las pesquisas, sin embargo, se antojan largas y complejas. Por un lado habrá que esperar a ver qué ocurre con el buque incendiado, ya que su inspección será determinante para aclarar cómo se produjo el incendio y si los sistemas de seguridad funcionaron debidamente. Por otro, será preciso tomar declaración a todos los miembros de la tripulación para que aporten la mayor cantidad de información posible.
La investigación comenzó en cuanto se tuvo conocimiento del siniestro. La Guardia Civil comunicó los hechos al juzgado de guardia de Palma y movilizó a varios grupos de la Policía Judicial para empezar a investigar lo ocurrido.
En el puerto de Palma se instalaron tres filtros por los que tuvieron que pasar todos los ocupantes del Sorrento rescatados en cuanto llegaron a la isla a bordo del Puglia. En primer lugar pasaron por un control sanitario para determinar si precisaban asistencia médica. Algunos presentaban golpes y quemaduras, todos leves.
Después, la Policía Nacional y la Guardia Civil tomaban sus datos para tener identificadas a todas las personas que viajaban en el Sorrento. Los pasajeros se reunían finalmente con sus familiares, mientras los tripulantes continuaban con los agentes. La Estación Marítima número 5 de Palma quedó convertida en una suerte de comisaría, donde los investigadores del instituto armado empezaron a interrogar a los miembros de la tripulación, entre ellos el capitán. Durante estas declaraciones hubo cierta confusión, ya que algunos testigos señalaron inicialmente que no podían comentar nada si no estaba presente el capitán. Entre los 46 trabajadores del Sorrento hay italianos, filipinos y hondureños que necesitaban intérpretes para poder declarar.
Algunos de estos testimonios apuntaron a un fallo eléctrico en uno de los camiones frigoríficos que viajaban en la bodega cuatro del buque. En esa zona del ferry vieron una humareda negra muy densa y escucharon varias explosiones. La ministra Pastor confirmó que el incendio había comenzado en ese sector, desde donde se extendió hacia la proa.
Los agentes de la Guardia Civil tenían previsto continuar con la toma de declaraciones hasta entrada la madrugada a fin de recopilar todos los datos sobre lo ocurrido.
