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Reportaje

Las imprudencias, en la montaña, no se pagan

El año pasado se efectuaron 147 rescates en Balears y la hora de vuelo del helicóptero cuesta 2.000 euros - El Govern no cobra los salvamentos imprudentes, aunque siete comunidades ya lo hacen

Las imprudencias, en la montaña, no se pagan

La difusa línea entre la temeridad y el mero accidente de los excursionistas se entremezclan en la Serra de Tramuntana. El año pasado se efectuaron 147 rescates en Balears. La inmensa mayoría en la sierra mallorquina. Muchas de estas operaciones de salvamento implican la activación de los especialistas en montaña de la Guardia Civil, el helicóptero, expertos de Bombers de Mallorca y, en algunos casos, las asistencias sanitarias.

Pese a este ingente gasto que suponen muchas de estas actuaciones, el Govern balear no contempla por el momento cobrar por los rescates de excursionistas imprudentes. No obstante, otras siete comunidades autónomas sí pasan la factura al excursionista de turno cuando consideran que ha cometido una manifiesta imprudencia.

"La diferencia entre imprudencia o negligencia y un accidente no está clara en la mayoría de los casos", explica Antonio Chinchilla, sargento del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil en Balears.

En cualquier caso, la decisión de cobrar o no por un rescate no está en manos del Grupo de Montaña de la Guardia Civil. "Lo único que podemos hacer es informar de lo ocurrido y que las autoridades hagan lo que consideren oportuno", puntualiza el sargento Chinchilla.

Solo una hora de vuelo del helicóptero del Greim tiene un coste entre 1.500 y 2.000 euros. Al que hay que sumar el combustible de los otros vehículos implicados en el rescate de los excursionistas.

En Asturias, Castilla y León, Cataluña, Cantabria, Canarias, Navarra y País Vasco se cobra el rescate cuando se considera que es fruto de una imprudencia. En 2013, en el Principado se le cobró a un excursionista el salvamento en helicóptero tras aventurarse en la conocida ruta del Cares de noche y en bicicleta.

Las nevadas caídas hace unas semanas y, sobre todo, la inminente llegada de la primavera provocan que muchas personas se echen literalmente al monte en Mallorca. Además de los montañeros habituales, muchos excursionistas neófitos con ínfulas se adentran en rutas escarpadas sin la equipación ni la preparación necesarias para afrontar la dificultad con éxito.

Exhibición de la Guardia Civil de Salvamento de Montaña en el Parc de la Mar. GREIM

Aunque la línea que separa la imprudencia del accidente fortuito no está muy definida, según los expertos, hay una serie de pautas básicas para minimizar los riesgos. "Cuando la previsión meteorológica advierte de una importante bajada de la cota de nieve, subir a la montaña si uno no está acostumbrado ni bien equipado, puede ser imprudente", apunta el sargento Chinchilla.

Otro tanto ocurre con la lluvia. Muchos excursionistas se adentran en torrentes en plenas crecidas y afrontan un nivel de dificultad muy por encima de sus posibilidades reales. En algunos casos, pese a ir perfectamente equipados, el bloqueo mental y el agotamiento pueden hacer mella incluso en los más experimentados.

Hace casi dos meses, una laboriosa y extenuante operación de salvamento se activó para auxiliar a tres montañeros atrapados en las proximidades del embalse de Cúber. El Grupo de Rescate e Intervención en Montaña, de la Guardia Civil en unión de personal de Bombers de Mallorca, procedentes de los parques de Inca y Sóller, socorrieron a las víctimas.

Llamada de auxilio

La llamada de auxilio se produjo en la tarde del viernes 23 de enero. Los tres barranquistas se encontraban haciendo rappel en el torrente de Almadrà, a escasos metros de la presa de Cúber, situado en el término municipal de Escorca. Dos de ellos se bloquearon en uno de los tramos más complicados y se percataron de que no podían salir del barranco donde se habían adentrado por sus propios medios. "Estaban completamente agotados. Aunque llevaban material, una chica se quedó bloqueada. Llevaban casi 12 horas sin comida", recuerda el sargento Chinchilla.

El sargento del Grupo de Montaña de la Guardia Civil, Antonio Chinchilla. GUILLEM BOSCH

Antes de salir a la montaña, hay unas pautas que se deben seguir. El helicóptero de la Guardia Civil minimiza el tiempo de rescate. Hay que ayudar para que pueda actuar en condiciones óptimas. Es importante que el aviso se haga con horas de luz solar para que la aeronave pueda despegar y efectuar el rescate. Enviar la posición con el WhatsApp también ayuda mucho en la pronta localización del excursionista. Eso sí, no hay que moverse después de dar el aviso por el teléfono móvil.

Antes de partir, comunicar el itinerario a un amigo y decirle la hora estimada de vuelta ayuda mucho en caso de sufrir un accidente. La equipación básica pasa por llevar agua, comida, frutos secos, ropa de abrigo y una muda para cambiarse. La premisa básica pasa por considerar que la montaña va a seguir estando allí. Si las condiciones meteorológicas no son óptimas, se pospone la salida a otro día.

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