La Audiencia Provincial ha confirmado la condena a dos años de prisión para dos mujeres que asaltaron a un anciano de 86 años en plena calle y le robaron 2.000 euros en Palma. Las procesadas, con varios antecedentes por hechos similares, abordaron a la víctima cuando acababa de salir del banco, le dieron un empujón y le quitaron el dinero del bolsillo del pantalón. El tribunal rechaza la petición de la defensa de considerar los hechos como un hurto al entender que las ladronas no actuaron con violencia.
Los hechos ocurrieron el 24 de junio de 2013 en la calle Regal, en la barriada palmesana de Son Gotleu. Según la sentencia, las dos mujeres condenadas y otra que no ha sido identificada se pusieron de acuerdo para asaltar a un hombre de 86 años. El anciano acababa de salir de una entidad bancaria cercana y las tres mujeres lo siguieron.
La víctima, que caminaba con dificultad debido a su avanzada edad y a una enfermedad, iba acompañada por su hijo. Este se adelantó unos pasos, momento que aprovecharon las ladronas para culminar su plan. Dos de ellas le propinaron un empujón y otra le metió la mano en el bolsillo derecho del pantalón.
De este modo consiguieron hacerse con 2.000 euros en efectivo que el afectado acababa de sacar del banco y tres libretas bancarias. La mujer que se había apropiado del dinero se marchó a la carrera, pero las otras dos fueron interceptadas y detenidas por la Policía Nacional tras ser identificadas por la víctima. Ambas ingresaron en prisión preventiva por orden del juez de guardia.
Un juzgado de lo penal consideró a las dos arrestadas autoras de un delito de robo con violencia, con las agravantes de reincidencia -ambas habían sido condenadas ya por delitos de robo con violencia en Palma y Málaga- y abuso de superioridad. Por ello les impuso sendas penas de 21 meses de prisión, así como a indemnizar al anciano con 2.000 euros, ya que el dinero que robaron no pudo ser recuperado.
Las mujeres recurrieron el fallo ante la Audiencia Provincial. En su alegato sostenían que no podía considerarse que hubieran actuado con violencia y apuntaban que se trataba de un delito de hurto. El tribunal rechaza este argumento, ya que el empujón que dieron a la víctima tenía como único objetivo la comisión del robo.
Los magistrados sí dan la razón a la defensa al considerar que no concurre la agravante de abuso de superioridad, puesto que se trata de un circunstancia inherente al robo con violencia. Sin embargo, el tribunal no rebaja la pena impuesta por el juzgado de lo penal a las dos procesadas.
