La entrada del Centro Penitenciario de Palma registró ayer por la mañana momentos de tensión. De un lado, los padres de un presunto pederasta, que habían acompañado a su hijo a participar en una rueda de reconocimiento. Del otro, los progenitores de tres niñas que habrían sido víctimas de abusos sexuales en el interior de un ascensor y en la calle. Las tres menores identificaron ayer al supuesto pedófilo sin ningún género de dudas.

Los hechos se produjeron en torno a las nueve de la mañana de ayer en los accesos de la prisión de Palma. Una veintena de familiares de las tres pequeñas se concentraron ante la cárcel mientras ellas participaban en la diligencia en el interior del recinto. Asimismo, los padres del acusado de haber abusado sexualmente de las menores también habían acompañado a su hijo, de 20 años.

La tensión entre unos y otros fue en aumento. Hasta el punto de que agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) del Cuerpo Nacional de Policía se desplazaron hasta la carretera de Sóller para evitar que se produjeran enfrentamientos entre unos y otros. También colaboraron efectivos de la Guardia Civil destinados a la vigilancia del Centro Penitenciario.

Mientras tanto, las tres menores participaron en la rueda de reconocimiento del hombre que presuntamente había abusado sexualmente de ellas hace unos días. Varios reclusos de una complexión similar al sospechoso se colocaron bajo varios números para que las pequeñas pudieran completar la identificación con todas las garantías. No obstante, las tres coincidieron en señalar que el presunto pedófilo era el joven que se situaba bajo el número dos.

Al concluir la rueda de reconocimiento, el sospechoso fue sacado por otra puerta del recinto. Mientras, los padres de las víctimas aguardaron un tiempo, ante la atenta mirada de la Policía. No hubo que lamentar ningún incidente.

Los hechos por los que compareció el presunto pederasta ocurrieron en la tarde del pasado sábado 27 de septiembre en el barrio palmesano de Nou Llevant.

Una niña de 11 años alertó a agentes de la Policía Local y les dijo que un sujeto le había tocado las nalgas mientras se encontraba paseando al perro. Otras menores indicaron entonces que el mismo individuo las había realizado tocamientos en el ascensor de la casa. El juez dictó una orden de alejamiento del sospechoso de las pequeña.

"Tengo miedo a que se vaya de la isla y pueda abusar de otras niñas", apuntó ayer un familiar de una de las menores.