Cientos de personas abarrotaron ayer por la tarde la iglesia de Sant Bartomeu, en Valldemossa, donde se celebró el funeral por el empresario fallecido. Familiares, amigos, vecinos y representantes del sector turístico llenaron el templo y sus alrededores para dar su último adiós a Gabriel Català. El hombre, casado y con dos hijos, era muy conocido y apreciado en la localidad, ya que aunque residía en Palma acudía con frecuencia al pueblo. En la imagen, decenas de personas que no pudieron entrar a la ceremonia, a las puertas de la iglesia.