Encarnación aún no acaba de dar crédito a que captar una imagen con su teléfono móvil acabara con ella en comisaría y con un dolor agudo en su brazo derecho. El martes, cuando acababa de dejar a sus hijos en un colegio de Santa Maria, tomó una fotografía. Una agente de la Policía Local se le acercó y la conminó a que cesara de inmediato. Acto seguido, le quitó el ´smartphone´ y la instó a que le diera la documentación. La mujer se negó y fue introducida en el coche patrulla. En el cuartel fue identificada. La mujer denunció a la funcionaria ante la Guardia Civil por las lesiones en un hombro que supuestamente le causó y por un presunto delito de abuso de atuoridad.

"No pensaba que tomar una foto con el móvil me pudiera dar tantos problemas. No saqué fotos de la policía, solo del colegio de mis hijos", subraya cariacontecida esta madre de dos niños de nueve y once años. Un parte médico en el centro de salud de Santa María acredita que sufrió un trauma en el hombro derecho.