Un juzgado penal de Palma ha condenado a un joven a dos años y tres meses de prisión por apuñalar a otro en el abdomen cuando este jugaba a fútbol con sus amigos en la plaza Orson Wells de la ciudad, a principios de 2013. Tras una pequeña discusión, el sospechoso desenfundó un cuchillo de cocina de unos 20 centímetros, gritó al perjudicado que le tenía que matar y trató de acuchillarle en varias ocasiones hasta que al final lo logró al clavarle el arma en el abdomen una sola vez.

El agresor, un muchacho de origen colombiano que cuenta con una sentencia condenatoria anterior del año 2009 por un delito de lesiones, confesó los hechos ante la sala y se conformó con la pena solicitada por la fiscalía, que inicialmente reclamaba para él una pena de cinco años de cárcel.

El acusado admitió ser responsable de un delito de lesiones con utilización de arma, por lo que la magistrada dictó sentencia 'in voce'.

La juez ha apreciado la circunstancia agravante de reincidencia, ya que el joven tiene antecedentes penales, y la atenuante de trastorno mental porque padece una esquizofrenia paranoide. Esta patología no anulaba sus facultades psíquicas, pero las limitaba en el momento en el que tuvieron lugar los hechos. El imputado, además de aceptar dos años y tres meses de prisión por el apuñalamiento, deberá indemnizar a la víctima en más de 2.000 euros por las lesiones y secuelas causadas. La pena de cárcel se le sustituye por la expulsión del territorio nacional durante de diez años.

Los hechos enjuiciados se remontan al pasado mes de enero de 2013. Aproximadamente a las siete y cuarto de la tarde del día 21 de enero, el sospechoso, con ánimo de menoscabar la integridad física de otro joven que jugaba un partido de fútbol con sus amigos en la plaza Orson Wells de Palma, en los alrededores del barrio de Son Gotleu, se enfrentó a él. Tras mantener ambos un breve intercambio de palabras, el agresor desenfundó un cuchillo de cocina de unos 20 centímetros de largo que llevaba encima y empezó a gritarle diciéndole que le tenía que matar. Al mismo tiempo, intentó asestarle varias puñaladas con el arma blanca. Consiguió su objetivo en una sola ocasión. El joven le acuchilló una vez en el abdomen, lo que causó al perjudicado una herida de dos centímetros y medio en esa zona. La víctima precisó asistencia médica y tuvo que ser evacuada al hospital donde le aplicaron varios puntos de sutura en la lesión. Tardó 15 días en curar de sus heridas y le ha quedado una cicatriz en el abdomen que supone un perjuicio estético. En el momento de la agresión, el sospechoso tenía su capacidad intelectiva y volitiva limitadaS por una esquizofrenia paranoide que padece, pero era consciente de sus actos y por eso es imputable. El trastorno mental que sufre no anulaba sus facultades por completo.