Una fortísima tromba de agua descargó ayer por la tarde unos 45 litros en apenas una hora y dejó Palma y amplias zonas de Mallorca sumidas en el caos. Los distintos organismos de emergencia se vieron desbordados por la avalancha de llamadas -más de trescientas a las cuatro y media de la tarde- referidas sobre todo a inundaciones y caída de árboles. En el polígono de Son Castelló se desplomó el falso techo de una nave industrial y los cascotes cayeron sobre un trabajador, aunque no sufrió lesiones graves. Las ambulancias del 061 tuvieron que intervenir durante el tiempo de la tormenta a una decena de personas heridas en accidentes de tráfico o caídas en la vía pública. Todos los casos eran leves. La carretera de Andratx a Estellencs fue cortada al tráfico por desprendimientos, mientras que la estación de Jacint Verdaguer del metro de Palma quedó cerrada por acumulación de agua. En Calvià, Marratxí y Santanyí hubo también grandes daños materiales, y varias personas fueron rescatadas cuando sus vehículos eran arrastrados por la fuerza del agua.

Eran aproximadamente las tres de la tarde de ayer, cuando el cielo descargó con furia. La tormenta, que durante la mañana había caído sobre Eivissa, entró en Mallorca por la costa de Andratx y barrió la isla de oeste a este, sobre todo en la franja sur de la isla. Así, los municipios más afectados fueron Palma, Calvià, Marratxí, Llucmajor y Santanyí.

La violencia de la lluvia sorprendió a todo el mundo. Los pluviómetros de la estación meteorológica de Portopí, en Palma, registraron una precipitación de 43 litros por metro cuadrado, de los que veinte cayeron en apenas diez minutos. Durante algunos instantes era posible apreciar una auténtica cortina de agua cayendo del cielo. Los sumideros de la ciudad no pudieron tragar este volumen de lluvia. En cuestión de minutos muchas calles de Palma se convirtieron en torrentes, con el agua por encima de las aceras, hasta introducirse en sótanos y bajos comerciales. En algunos lugares, como la rotonda del cementerio o la de Portopí, comenzaron a quedar coches atascados, averiados después de que les hubiera entrado agua en el motor, con sus ocupantes atrapados en el interior.

Desplome en Son Castelló

Uno de los incidentes mas graves ocurrió sobre las tres y media, en una nave industrial de la calle Gremi Tintorers, del polígono de Son Castelló. Ignacio Rodríguez se encontraba ultimando los detalles de un nuevo centro comercial cuando un trozo del techo de escayola se desprendió. El bloque le golpeó con fuerza en su rodilla derecha. "Sobre las tres ha empezado a llover con fuerza cuando varios pedazos cayeron. Uno de ellos sobre mí", indicó el encargado de la gran superficie. "Me duele un poco, pero creo que solo ha sido el golpe. Espero no tener nada más", subrayó. Varios compañeros se encargaban ayer de limpiar las instalaciones del supermercado, completamente inundado después de la espectacular tromba de agua caía momentos antes.

El pequeño grupo de trabajadores que se encontraba ayer dando los últimos retoques al supermercado de cara a su próxima apertura se interesó por el estado de Ignacio. Muchos le arroparon después de sufrir el, por fortuna, leve accidente laboral. Pese a los sucesivos ofrecimientos para avisar a las asistencias sanitarias, Ignacio prefirió aguardar sentado hasta que el dolor remitiese.

Fuentes del 061 confirmaron que a lo largo de las dos horas aproximadas que duró la tormenta tuvieron que asistir a una decena de personas en Palma heridas. Se traba de personas que habían resbalado en la calle y de ocupantes de coches que sufrieron una colisión. En todos los casos se trataba de lesiones leves.

Cuando sobre las cinco de la tarde remitió la tormentaen Palma, los bomberos y el resto de organismos de emergencia tenían por delante cientos de requerimientos, sobre todo por bajos y comercios inundados en distintos municipios. Sobre las seis y media de la tarde, la central de emergencias del 112 había registrado 228 incidencias, la gran mayoría por inundaciones. De ellas, 101 ocurrieron en Palma, 38 en Santanyí y 25 en Calvià.

A causa de la tormenta se produjeron desprendimientos en la carretera de Andratx a Estellencs, por lo que el Consell optó por mantenerla cerrada al tráfico durante toda la tarde y la noche, como precaución.

*Con información de Iñaki Olaizola, Ferran Guijarro y Alberto Magro.