­De enero a julio el Servicio de Montaña de la Guardia Civil ha practicado 496 intervenciones en alta montaña, 71 de ellas en Balears, y ha rescatado a 969 personas, de las cuales 66 son residentes en Mallorca.

La mayoría de estas personas fueron rescatadas mientras practicaban senderismo, barranquismo o espeleología, una actividad que llevó a esta unidad a auxiliar a cuatro personas en una cueva en Cantabria esta semana.

Aragón, con 178 intervenciones encabeza el número de actuaciones, seguida de Balears, con 71; Castilla y León, con 63 y Andalucía, con 62. Por sistemas montañosos, el Pirineo Aragonés es el que más rescates acumula en los primeros siete meses del año, por delante dela Serra de Tramuntana (Balears) con 71, Sierra de Gredos con 48 y el Sistema Central y la Cordillera Cantábrica con 29.

Y según la provincia donde residían las víctimas rescatadas, 141 personas procedían de Madrid, 80 vivían en Murcia, 73 en Barcelona, 67 en Zaragoza y otras 66 en Mallorca.

El rescate de los cuatro espeleólogos ha sido la última actuación de los agentes de la Guardia Civil de montaña, que destacaron la "ejemplar" actuación de los tres hombres y una mujer perdidos el pasado sábado en una cavidad de Soba, en Cantabria, y que finalmente fueron rescatados el pasado martes.

La profesionalidad de estos cuatro espeleólogos no siempre acompaña a las personas que deben ser rescatadas por los agentes de montaña.

De hecho, según el balance, de las cerca de 500 actuaciones de esta unidad de la Guardia Civil hasta el 31 de julio, en 205 rescates el montañero estimó por encima de sus posibilidades la actividad que practicaba. Un nivel técnico inferior a lo exigido también provocó 159 intervenciones y la falta de planificación motivó otras 136 actuaciones.