Una olla dejada al fuego fue el origen de un incendio en un ático junto a la plaza Pere Garau de Palma. Dos perros, solos en la vivienda, aullaban desconsolados sin escapatoria mientras se veían cercados por el fuego. Otros dos canarios sufrieron síntomas de asfixia por el humo y uno de ellos falleció.

El incendio se inició sobre las doce del mediodía en un ático situado en el número 5d de la calle Arquebisbe Aspàreg, a escasos metros de distancia de la plaza de Pere Garau. Una cortina de humo y fuego asomó al exterior.

Varias dotaciones de bomberos se personaron rápidamente en el lugar. También acudieron efectivos de la Policía Local de Palma, que cortaron el tráfico en la calle Arquebisbe Aspàreg desde la plaza de Pere Garau.

Una escalera mecánica se movilizó para ver si era más efectiva su presencia. Un bombero extendió el brazo superior hasta el tejado para facilitar el acceso al inmueble. No obstante, los efectivos de extinción de incendios no tuvieron que recurrir a ella.

El fuego quedó circunscrito a la cocina, donde causó serios desperfectos. Varios bomberos se introdujeron en el inmueble provistos de sus equipos de respiración autónoma. Transcurridos unos pocos minutos, varios de ellos salieron con dos perros y se los entregaron al dueño.

Instantes después, los bomberos salieron con una jaula con dos canarios en el interior. Uno de ellos estaba inerte y el otro languidecía dentro del recipiente con agua. "Solo he salido diez minutos y no me acuerdo si he dejado algo al fuego", explicó el dueño de la vivienda visiblemente nervioso. La calle fue reabierta cuando se comprobó que ya no había peligro.