La Policía Nacional tenía sospechas de que en un domicilio cercano a la plaza Drassanes, en el centro de Palma, había un punto de venta de droga, por lo que lo sometieron a vigilancia. De esta manera se confirmó la afluencia de diversas personas, que acudían a comprar pequeñas cantidades de hachís y marihuana. Cuando los agentes les idenficaron para tener una base con la que solicitar una orden de entrada y registro, se encontraron con que la mayoría eran menores de edad. En la operación policial fue finalmente detenido el supuesto responsable del piso, un jubilado de 65 años, y su presunto cómplice, un italiano de 43.

La investigación fue desarrollada por el Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional. Los agentes tenían informaciones sobre un posible punto de venta de drogas en un domicilio cercano a la plaza Drassanes, en el centro histórico de Palma. Durante las vigilancias que mantuvieron sobre el lugar confirmaron la afluencia de diversos compradores, que accedían a las casa y salían poco depués. Los "clientes" eran seguidos e interceptados a una distancia prudencial. Los policías les identificaban y cacheaban para confirmar que acababan de adquirir droga. En la mayoría de los casos les intervinieron pequeñas cantidades de hachís y marihuana.

El interés de la Policía se incrementó al descubrir que la mayor parte de los jóvenes que adquirían droga en este punto eran menores de edad.

Los agentes de Estupefecientes solicitaron una orden de entrada y registro al juzgado de guardia, y el martes por la tarde irrumpieron en el domicilio, donde encontraron numerosas piezas de hachís dispuestas ya para su venta al menudeo y una bolsa con marihuana.

En la operación policial fueron detenidos P.C.A., español de 65 años, supuesto responsable del punto de venta, y V.A., de 43, su presunto ayudante. Al parecer el jubilado complementaba su pensión vendiendo droga.

Durante la inspección realizada en la casa los agentes encontraron en total 116 gramos de hachís, una bolsa con marihuana y 440 euros en efectivo, así como una báscula de precisión.

Los dos detenidos fueron conducidos a los calabozos de Jefatura mientras se completaba el atestado y ayer por la tarde pasaron a disposición del juzgado de guardia, acusados de un delito de tráfico de drogas con el agravante de suministrar sustancias estupefacientes a menores de edad.

Por otro lado, ayer fueron condenados en la Audiencia Provincial de Palma dos hermanos, un hombre y una mujer de 26 y 43 años, por vender dosis de cocaína en su domicilio. Según el escrito del fiscal, entre noviembre de 2010 y enero de 2011 la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional sorprendió a varias personas que acababan de comprar papelinas de cocaína. El fiscal reclamaba para ellos sendas penas de cuatro años y medio de prisión. aunque justo antes del juicio llegó a un acuerdo. Los acusados se declararon culpables y fueron condenados a dos años de prisión para cada uno.