El fiscal pide 28 años de prisión para un hombre por dos presuntos delitos de agresión sexual al violar a su propia hija, cuando esta contaba con tan solo 13 años. El juicio se celebrará el próximo lunes en la sección primera de la Audiencia Provincial.

Los hechos por los que será juzgado la próxima semana se produjeron durante el mes de mayo de 2009 en una localidad mallorquina. Según el escrito de acusación del fiscal, a principios de mes el procesado "guiado por sus más bajos y denostados instintos sexuales" obligó a su hija menor de edad a practicarle una felación.

El procesado esgrimió un cuchillo de grandes dimensiones y amenazó también a su hija con que "la tiraría por un acantilado". La niña, pese a haberle manifestado reiteradamente su negativa, temió que su padre cumpliera sus palabras y acabara con su vida.

La presunta agresión sexual del padre a su hija se produjo en el domicilio que ambos compartían, junto con el hermano de la menor. El progenitor conminó a su hijo a que durmiera en el salón de la vivienda para que la niña y él realizaran lo que supuestamente habían acordado.

Esta agresión sexual no fue un caso aislado. El domingo 17 de mayo de 2009 se volvieron a repetir con alguna variante. De acuerdo con el escrito del Ministerio Público, el padre, "movido por el mismo propósito lascivo", nuevamente obligó a su hija a tener relaciones sexuales con él, amenazándola, en caso de negarse, con llevarla a un sitio "donde pegan a la gente". La menor de 13 años accedió "guiada por el miedo a que su progenitor cumpliera con lo prometido".

Además de la petición de 28 años de cárcel por dos delitos de agresión sexual, el fiscal pide para el procesado una orden de alejamiento de 500 metros de su hija durante 10 años y a indemnizarla con 5.000 euros.