Un ciudadano colombiano fue detenido ayer por la Policía Nacional como presunto autor del homicidio de un marroquí en una vivienda de Maó, en Menorca. Una patrulla policial se desplazó a la vivienda alertada por los vecinos, que habían oído ruidos de pelea. Una vez allí les abrió la puerta el presunto homicida. En el interior de la casa encontraron el cuerpo sin vida de la víctima, que había recibido varias puñaladas.

Según informaron ayer fuentes de la Policía Nacional, el crimen ocurrió sobre las cinco de la tarde, en un domicilio ubicado en el número 91 de la calle Maria Lluísa Serra, en Maó.

La central del 091 había recibido las llamadas de vecinos de la finca, que alertaban que se estaba produciendo un el interior del piso una fuerte pelea.

La dotación policial llamó al timbre y un hombre de 34 años de nacionalidad colombiana les abrió la puerta. Cuando le preguntaron por la disputa, el hombre les dejó pasar. En el interior de la casa los policías se encontraron el cuerpo sin vida de la víctima, un ciudadano marroquí.

Pese a que había sido agredido hacía muy poco tiempo, el hombre estaba fallecido ya, por lo que la dotación de una ambulancia del 061 que acudió al lugar fue en vano. Según los primeros exámenes a los que fue sometido, el hombre habría recibido varias puñaladas.

El presunto agresor fue detenido inmediatamente y ayer permanecía en los calabozos de la comisaría de Policía de Mahón, a la espera de prestar declaración.

Mientras tanto, los investigadores realizaron una detenida inspección ocular en la vivienda, en busca de evidencias para tratar de determinar lo que había ocurrido.

Los primeros indicios apuntaban a que los hombres, que al parecer eran amigos, mantuvieron una pelea, en el transcurso de la cual el colombiano atacó al marroquí con un cuchillo y le hirió mortalmente.

El hecho causó una gran conmoción entre los vecinos que, alarmados por los ruidos y la discusión que se había originado antes de la agresión, alertaron a la Policía.

Es el segundo asesinato que se registra este año en Menorca, después de la muerte del industrial Joan Mascaró Florit ocurrida el pasado 17 de enero en Ferreries, y el sexto ocurrido en Balears.