­Dos mujeres serán juzgadas la próxima semana en la Audiencia Provincial por estafar al anciano al que estaban obligadas por contrato a cuidar. Según la acusación, ambas pidieron un crédito al banco de 120.000 euros y huyeron con el dinero, con la casa de la víctima como aval. El hombre fue desahuciado de su vivienda. El fiscal pide para las dos procesadas ocho años de prisión.

Los hechos por los que las dos encausadas serán juzgadas se iniciaron el 23 de septiembre de 2005. En esa fecha firmaron ante notario un contrato de cesión a cambio de servicios. Ambas estaban obligadas a cuidar, vestir, prestar servicios médicos y alimentar al anciano, de 79 años. En contraprestación les otorgaban la titularidad de una finca rústica en Son Servera.

Mientras, el anciano viviría en la planta baja y ellas en la planta alta de la misma. En un principio cumplieron con lo pactado. Sin embargo, a comienzos de 2008 comenzaron a tratarle mal. Según recoge el escrito de acusación del fiscal, las dos mujeres que tenían encomendado su cuidado le pedían dinero continuamente y le insultaban. "Con ánimo de amedrentarle", le dijeron que si no hacían lo que ellas querían le ingresarían en un centro.

Cuando la cesión de la finca a ellas dos constaba en el registro de la propiedad, hicieron creer al anciano que querían montar un bar. Para ello concertaron un crédito abierto con un banco de 120.000 euros con garantía hipotecaria de la vivienda de la víctima.

Una vez que las dos tenían el dinero en su poder, en una cuenta corriente a nombre de ambas, abandonaron la vivienda. El impago de las cuotas del préstamo condujo a que el banco pusiera una demanda de ejecución hipotecaria. El 9 de julio de 2009, el anciano fue desahuciado de su domicilio. La casa fue objeto de subasta y no cobró nada del préstamo hipotecario.