Unos desconocidos asaltaron ayer de madrugada una gasolinera cerca de sa Pobla, en la que abrieron dos butrones para poder acceder a la zona de oficinas y la tienda. Se llevaron el escaso dinero que quedaba en la caja, unos 150 euros, y varias botellas de alcohol. Parece ser que los ladrones habían planificado el golpe y tenían información sobre los sistemas de seguridad de la estación de servicio, ya que lo que primero que hicieron cuando lograron entrar fue desconectar la alarma. La Guardia Civil inspeccionó el establecimiento en busca de huellas y otras pruebas que permitan dar con los autores del robo.

El propietario de la gasolinera, situada en el kilómetro 38 de la antigua carretera Palma-Alcúdia, pegada a la autopista y en el término municipal de Campanet, lamentaba los destrozos causados por los delincuentes. "Es peor el daño que han provocado que lo que se han llevado, ya que hay que reconstruir los agujeros y reparar la alarma", explicaba. El robo se cometió cuando la estación de servicio, que no tiene cámaras de seguridad, estaba cerrada, entre las diez de la noche y las seis de la mañana. Fue el empleado que ayer por la mañana abrió el negocio quien descubrió lo ocurrido y dio el aviso.

Parece ser que los ladrones abrieron un primer butrón a golpes de mazo en la parte trasera del local, a través del cual consiguieron acceder a la oficina. Una vez dentro, destrozaron la alarma para evitar ser descubiertos y comenzaron a abrir otro agujero en el tabique que comunica la oficina con la tienda. Los intrusos llegaron así a la caja, en la que apenas había unos 150 euros, ya que la recaudación se retira a diario, y cogieron también varias botellas de bebidas alcohólicas. No se llevaron ningún otro efecto de valor.

Agentes de la Guardia Civil acudieron ayer por la mañana a la estación de servicio, tras ser alertados de lo ocurrido, y llevaron a cabo una detenida inspección ocular. Los investigadores intentaron encontrar huellas dactilares y otros indicios que permitan aclarar la autoría del robo.