­La Policía Local de Palma arrestó el pasado martes a un joven de 17 años que fue sorprendido cuando propinaba bofetadas y arrojaba al suelo a su pareja, una chica de 16 años, en pleno Paseo Marítimo. La chica se negó a presentar una denuncia y explicó que, después de pegarle, "se arrepiente".

Una patrulla policial fue testigo de la agresión, a las ocho y veinte de la noche del miércoles. Un joven propinó varias bofetadas a una chica, la arrojó al suelo y se fue corriendo. Los policías atendieron a la chica, que dijo que se trataba de su novio y que no quería denunciarle, porque siempre se arrepentía tras pegarle. El joven fue localizado poco después y detenido. Explicó a los agentes que había perdido los nervios.