Un turista británico de 27 años murió ayer por la mañana al caer accidentalmente desde el cuarto piso de un hotel en Sant Antoni de Portmany, en Eivissa. Al parecer, la víctima se precipitó por una ventana cuando, en estado ebrio o bajo la influencia de las drogas, se asomó para vomitar. Los efectivos sanitarios que acudieron al lugar no pudieron más que certificar su defunción por las gravísimas lesiones que sufrió al precipitarse al vacío.

Según informaron fuentes del 061, poco después de las ocho y media de la mañana varias llamadas alertaron de que un joven se había precipitado desde una de las ventanas del hotel Orosol, en la calle Ramón y Cajal de Sant Antoni. Al lugar acudieron de inmediato una ambulancia del 061 y varias patrullas de la Policía Local y la Guardia Civil.

Los efectivos sanitarios comprobaron que la víctima estaba inconsciente y había sufrido lesiones de extrema gravedad en la cabeza, y aunque trataron de reanimarla durante varios minutos, finalmente no pudieron más que certificar su muerte. El óbito fue comunicado al juzgado de guardia y el cadáver, trasladado al Instituto de Medicina Legal para practicarle la autopsia.

Según explicaron fuentes de la Guardia Civil, que abrió una investigación para aclarar los hechos, las primeras pesquisas apuntan a que el joven cayó al vacío de forma accidental cuando se disponía a vomitar desde la ventana. Al parecer, acababa de llegar a su habitación tras estar todo la noche de fiesta.