Los agentes de la Policía Nacional que investigaron la inquietante desaparición de María Elena Salcedo Paredes a finales de 2009 en Palma explicaron ayer que el registro de llamadas telefónicas de la víctima les condujo hasta el acusado del crimen. Según detallaron, durante las pesquisas descubrieron que la perjudicada podía tener una relación sentimental con otra persona diferente a su pareja y que esta se desplazaba con un coche de color rojo. Según su versión, el denunciante de la desaparición les facilitó, tras analizar el registro de llamadas telefónicas de la mujer, un número de teléfono de un hombre sospechoso. Así dieron con el imputado. Luego, descubrieron que utilizaba un turismo Hyundai rojo. Al sospechar que pretendía abandonar el país de forma precipitada, le arrestaron y este indicó entonces que fue una muerte accidental y les dijo dónde estaba el cuerpo.