"Sería fundamental que la fiscalía y los juzgados pudieran estar conectados con el mismo sistema. Lo lógico es que estuviéramos conectados por vía informática con las limitaciones que sean oportunas". Ladislao Roig, teniente fiscal de Balears, aboga por un sistema informático unificado.

En la fiscalía de las Illes funcionan con la aplicación Fortuny, de ámbito estatal, a excepción de algunas comunidades como la catalana, mientras que en los juzgados trabajan con el sistema Minerva. Son dos aplicaciones distintas que no son compatibles y que, entre otras cosas, se utilizan para llevar a cabo las estadísticas de los casos. Lo ideal, según fuentes jurídicas, sería tener un sistema unificado. Ya se intentó en Zamora con una prueba piloto pero el proyecto fracasó. Con una misma aplicación, los datos de las estadísticas, que nunca coinciden, serían más similares y además se ahorraría en papel, ya que no haría falta trasladar los expedientes de un lugar a otro.

Los fiscales de Balears se encargan personalmente de realizar las estadísticas y registrar sus asuntos en el ordenador. Cada fiscal, de forma individual, lleva su propia estadística y luego el funcionario lo corrobora. Es un trabajo de registro que antes no tenían, pero desde hace aproximadamente un año y medio, todos los fiscales de las Illes están obligados a introducir los datos de sus casos en la aplicación Fortuny. Según fuentes de la fiscalía, es un sistema de control de la Fiscalía General del Estado. Un número muy limitado de personas tiene pleno acceso a esta base de datos.

Anteriormente, eran los funcionarios los que registraban los asuntos y los introducían en un sistema Fortuny más rudimentario después de que los fiscales les ofrecieran los datos.

Mientras, los encargados de confeccionar las estadísticas de los juzgados de Balears son los secretarios judiciales, con la ayuda del programa informático Minerva y la información de los funcionarios de cada juzgado. Cada tres meses, los secretarios judiciales aportan sus estadísticas donde se reflejan los casos que han entrado, los asuntos resueltos y los que están en trámite, además de otras particularidades. Según fuentes jurídicas, no es algo matemático, ya que hay pequeños fallos o errores, pero con la ayuda de la aplicación Minerva se puede recabar mucha información. Además, el sistema informático te permite completar todo el procedimiento y registrarlo hasta el final, pero a veces algunos campos quedan incompletos. Esta es una de las razones por las que las estadísticas difieren de las del ministerio de Interior. Otra, por ejemplo, es que el programa solo permite registrar el caso con un único delito, cuando a lo mejor son dos o tres o varias faltas. En cambio, la Policía lo cuenta como tres o cuatro delitos.

Fuentes de la fiscalía también señalan que hay asuntos que directamente van al fiscal o al juzgado sin pasar por la Policía. Por ejemplo, una querella o impagos de pensiones, en los que la Policía no suele intervenir. Estos casos se contabilizan en las estadísticas del juzgado o la fiscalía, pero no en las de Interior. Además hay asuntos que la Policía considera delitos probados, pero luego en el juzgado se archivan o son absoluciones y quedan registrados de otra manera. También los fiscales admiten pequeños errores o datos simples como faltas que pueden quedar sin registrar en el ordenador. De ahí que los datos difieran.