Un juzgado de Palma condenó ayer a un joven a una pena de un año y medio de cárcel por asaltar una panadería de la ciudad armado con un destornillador. El atracador, que iba encapuchado, intimidó a la dueña del comercio colocándole el instrumento en el cuello al tiempo que le exigía que le entregara todo el dinero de la caja registradora. La pareja de la víctima acudió en su auxilio y forcejeó con el sospechoso, quien acabó huyendo en un coche sin llevarse ningún botín.

Ayer por la mañana, el imputado, que se hallaba preso, admitió los hechos y aceptó la condena de un año y medio de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa con las circunstancias agravantes de disfraz y reincidencia y la atenuante de toxifrenia.

Los hechos sucedieron el pasado 17 de febrero de 2012 a las siete y media de la mañana en una panadería de Palma a la que el asaltante accedió con el rostro oculto con una braga. El hombre agarró a la víctima del pecho y le colocó un destornillador en el cuello. La mujer, atemorizada, alertó a su pareja, que se hallaba en el obrador, quien forcejeó con el atracador y se produjo la fractura del cristal de la puerta del local. El ladrón al final huyó en coche.