­Unos agentes de la Policía Local, que esperaban en los juzgados de Vía Alemania de Palma para prestar declaración, observaron cómo una mujer coaccionaba a una testigo ante sus ojos para que cambiara su versión ante el juez. Tras comunicárselo al fiscal, los funcionarios detuvieron a la agresora por un presunto delito contra la administración de justicia.

Los hechos ocurrieron el miércoles a la una y veinte de la tarde en la puerta del Juzgado Penal 6 de Palma. Dos policías locales aguardaban a que les llamaran para prestar declaración en relación con un accidente de tráfico.

De repente, los agentes vieron aparecer a la presunta autora de una infracción. Se llevó por la fuerza a una testigo. "Ven que te voy a decir lo que el abogado dice que tienes que contar", le indicó antes de llevársela junto a los ascensores.

Los policías no le dieron entonces excesiva importancia. Sin embargo, el comportamiento de la sospechosa se volvió más violento. Sujetó a la testigo del brazo y la arrastró hasta los aseos de señoras. Los agentes no tenían ninguna duda de que estaba presionando a la testigo.

Antes de actuar, los agentes entraron en la sala y comunicaron los hechos al fiscal. El representante del ministerio público mandó a la oficial que acompañara a los policías.

Al salir de los aseos, la víctima no tuvo reparos en reconocer los hechos. "¡Me ha amenazado!", señaló. La víctima explicó que la agresora le había amenazado para que dijera en el juicio que ella no estaba dentro del coche. "¡Si no haces esto, ya te pillaré por la calle y te lo haré pagar!", le espetó. En los baños la zarandeó y le arrancó un botón.

Tras comunicar los hechos al fiscal, este ordenó practicar su detención. Los policías acataron sus órdenes tras la celebración del juicio por coacción a una testigo.