Un valenciano de 28 años, que en diciembre de 2006 trabajaba como cartero eventual en la localidad madrileña de Arganda del Rey, reconoció ayer ante la Audiencia Provincial de Madrid que se deshizo de 7.100 envíos postales que tenía a su cargo y aceptó un año de prisión y el pago de una multa de 630 euros.

El acusado, Sergio A.P., fue declarado autor de un delito de infidelidad en la custodia de documentos, aunque por el acuerdo de conformidad al que llegaron las partes se le rebajó la pena que pedía en un principio la Fiscalía y la Abogacía del Estado y que se elevaba a dos años y medio de cárcel y a pagar 4.500 euros.

Al procesado se le aplicaron las circunstancias atenuantes de confesión y dilaciones indebidas, ya que los hechos sucedieron hace seis años.

Así lo confirmaron fuentes jurídicas, ya que la vista se celebró a puerta cerrada, incluso sin necesidad de que el jurado popular que tenía que valorar su culpabilidad estuviera presente en la sala.

Además, el letrado ha resaltado que ninguna persona se quejó ante Correos de no haber recibido su correspondencia y que casi todas las cartas fueron recuperadas por la Policía Local y se repartieron poco después.

Según el fiscal, el acusado, encargado de repartir el correo en dos distritos de Arganda del Rey, arrojó las cartas a unas escombreras "con pleno conocimiento y voluntad".